Los años 70 fueron una época extraña. La gente usaba pantalones que no se podían usar para caminar, se fumaba en los aviones y la seguridad en los coches era una cuestión pasajera, a medio camino entre elegir el color del cenicero y el tipo de cuero. Pero fue en medio de este caos que Bob Lutz, de BMW, dijo: "¡Ya basta!" y fundó un equipo de carreras oficial. ¿El resultado? La máquina que estás viendo. No es un BMW cualquiera. Es Genesis. Es el "Paciente Cero". El primer coche con la insignia M en circular. Y ahora puede ser tuyo. BMW 3.0 CSL Werks.
Si pensabas que los BMW actuales, grandes y con forma de riñón, eran controvertidos, retrocedamos a 1972. BMW era una marca para caballeros serios con sombrero hasta que decidieron mostrarle al mundo su dedo medio y crear algo brutal. El chasis E9/R1 (recuerda ese código porque es más importante que tu declaración de la renta) fue el primer fruto de la recién formada división BMW Motorsport. BMW 3.0 CSL Werks de 1972.
Construido en el invierno de 1972/73, el BMW 3.0 CSL Werks de 1972 sirvió como laboratorio sobre ruedas. Fue el campo de pruebas de lo que hoy conocemos como el legendario paquete aerodinámico "Batmóvil". Sí, esas enormes alas y alerones, que parecen robados de un Cessna, no eran un adorno. Estaban ahí para evitar que este aparato se estrellara contra el cielo bávaro a 250 km/h.

El corazón del monstruo: cifras que aún hoy asustan
No hay ningún sistema híbrido ni paquete de baterías que pese tanto como una pequeña iglesia bajo el capó. No. Es pura poesía mecánica. Aunque empezó como un CSL 3.0, este modelo en concreto está equipado con un enorme motor de seis cilindros en línea de 3.5 litros.
Hablamos de una potencia superior a los 298 kW (400 CV). Sí, has leído bien. Cuatrocientos caballos en un coche de 1972 que probablemente pesa menos que tu café de la mañana. Eso significa una relación potencia-peso que los inspectores de seguridad modernos llamarían "intento de homicidio". Así que echemos un vistazo: BMW 3.0 CSL Werks de 1972.
- Motor: seis cilindros en línea de 3,5 litros
- Potencia: > 298 kW (> 400 CV)
- Transmisión: Manual (por supuesto, ¿qué más?)
- Tracción: Trasera (donde debería estar)
- ¿Aceleración? No hay cifras oficiales de la época, porque estaban demasiado ocupados sujetando el volante para no morir. Pero a juzgar por las especificaciones, podemos concluir que este coche acelera de 0 a 100 km/h (62 mph) en el tiempo que tarda en decir "Mein Gott". Y la velocidad máxima supera con creces los 280 km/h (174 mph), lo que en un coche sin ABS, ESP ni airbags es una experiencia que distingue a los niños de los hombres.

Historia empapada en gasolina
Este coche no estaba simplemente guardado en un garaje acumulando polvo. Era una máquina en funcionamiento. Fue el primero de los 21 Werks CSL y uno de los 11 que el equipo de fábrica corrió en pista. En 1973, BMW Motorsport lo vendió a un equipo estadounidense para el campeonato IMSA de 1974. Imaginen el choque cultural: ingeniería alemana de precisión entre los muscle cars estadounidenses de la década de 1970.
Tras su retirada, el E9/R1 pasó décadas en colecciones privadas, oculto a la vista del público como un cuadro perdido de Da Vinci. En la última década, se ha sometido a un proceso de restauración por parte de un especialista de BMW, cuyo objetivo era preservar su originalidad. Esto significa no reemplazar cada tornillo por uno nuevo y reluciente, sino preservar la esencia del coche.
Este no es un coche para quienes se preocupan por el ahorro de combustible o la conectividad con smartphones. Es un coche para quienes entienden que conducir es una conversación entre el hombre y la máquina.

¿Por qué es esto importante hoy?
BMW lanzó recientemente una edición limitada del nuevo 3.0 CSL Solo se fabricaron 50, con una potencia de 412 kW (553 CV). ¿Son rápidos? Sin duda. ¿Son tecnológicamente avanzados? Sin duda. ¿Son los primeros? No.
Este coche, vendido por Dylan Miles, es un original. Fue presentado en Festival de Goodwood de Speed 2021 y, finalmente, en el Salón Privé Concours D'Elegance en agosto de 2025. Es tu pase a los eventos más prestigiosos del mundo. Con él, no solo llegas al evento; con él, eres la estrella del espectáculo.
Conclusión: El precio de la historia
Probablemente te estarás preguntando por el precio. El anuncio dice lo que todos odiamos y respetamos al mismo tiempo: "Precio a solicitud". Esto se traduce como: "Si tienes que preguntar, no te lo puedes permitir". Y probablemente tengas razón. Estamos hablando de millones.
Pero míralo de esta manera. Puedes comprar un yate que perderá valor en cuanto lo lances al mar. Puedes comprar áticos en Dubái sin alma. O puedes comprar un BMW 3.0 CSL E9/R1. Puedes comprar los huesos y músculos que construyeron toda la mitología de la letra M. Puedes comprar el olor a aceite quemado, las noches de insomnio de los ingenieros y ese miedo puro y sin filtros al darte cuenta a 200 km/h de que la tracción es solo un concepto teórico.
Esto no es solo comprar un coche. Es adoptar un T-Rex. Y, seamos sinceros, ¿quién no querría un dinosaurio en su garaje?




