La idea de Scrubba se le ocurrió al aventurero Ash Newland cuando él y sus amigos estaban haciendo las maletas para un viaje a África. Debido a la montaña de equipo bastante grueso (desde tiendas de campaña, chaquetas hasta sacos de dormir), necesario para el viaje al Monte Kilimanjaro, tuvieron que ahorrar en otras prendas de vestir, que sabemos no son las ideales. Pero con Scrubba, menos es más. Puede que no consigas puntos de estilo todos los días, pero siempre estarás fresco y limpio.
La primera idea del australiano fue una buena lavadora del siglo XIX, pero pronto se dio cuenta de que eran demasiado pesadas para transportarlas. Pero no descartó la idea, simplemente la mejoró. Y así... Scrubba Lavadora 2.0. Pequeña y flexible, con forma de bolsa impermeable y hermética. La idea empezó a gestarse a través de una campaña de crowdfunding en Indiegogo en 2011, y hoy la tenemos ante nosotros. práctico lavavajillas de bolsillo del tamaño de un anorak plegable, que pesa sólo 180 g, que ahorra agua y no requiere electricidad para funcionar. Además, no es solo para aventureros o viajeros, sino que también es ideal para quienes viven con una maleta y están siempre en movimiento.
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No solo pesa, sino que también es facilísimo de usar. Solo tienes que echarle agua, poner algunas prendas, espolvorearles jabón, champú o detergente, cerrar la bolsa y frotarla o enrollarla durante medio minuto. La abres, vacías el contenido, enjuagas la ropa y la cuelgas. ¡Todo un arte!
Más información: thescrubba.com
