Estamos acostumbrados a escenas en las que los héroes escapan por poco de la muerte, principalmente de las películas de acción. Las historias de personas de diferentes partes del mundo prueban que la inmortalidad también existe en la vida real.
¿Qué 10 personas han logrado burlar milagrosamente a la muerte en su vida?
10. Dionisio Pulido – el hombre que encontró un volcán en su patio trasero
Dionisio Pulido, residente de Paricutín, México, notó una pequeña colina que surgió de la nada cerca de su casa el 20 de febrero. Pronto resultó ser un volcán. La nube de ceniza alcanzó una altura de 50 metros en las siguientes 24 horas. El volcán, que comenzó a expulsar lava en junio de ese año, estuvo activo hasta 1952. Los aldeanos tuvieron que ser evacuados, y antes de que Dionisio se marchara, colocó un letrero en su propiedad que decía: «Este volcán es propiedad de Dionisio Pulido y está bajo su control».
9. Aron Ralston – 127 horas bajo una roca
En 2003, Aron Ralston emprendió una caminata por el Cañón Blue John en Utah. Su aventura se convirtió rápidamente en una pesadilla. Mientras escalaba, una roca le cayó encima, atrapándole la mano. La mano de Aron permaneció atrapada bajo la roca durante cinco días. Se liberó cortándose el brazo derecho a la altura del antebrazo con un cuchillo y unas pinzas. Tras vendarse la mano, descendió en rápel por el acantilado y se dirigió al valle.
8. Vesna Vulović: la mujer que sobrevivió a una caída desde una altura de 10 mil metros.
La azafata Vesna Vulović trabajaba para Yugoslav Airlines en un vuelo de Copenhague a Belgrado el 26 de enero de 1972. El avión explotó a una altitud de 10 km. Cuando los rescatistas llegaron al lugar del accidente, constataron que una de las víctimas había sobrevivido. Vesna, que había perdido una gran cantidad de sangre, pasó los primeros tres días en el hospital en coma debido a las graves heridas, pero posteriormente se recuperó. Entró en el Libro Guinness de los Récords como la persona que sobrevivió a una caída desde la mayor altura sin usar paracaídas.
7. Anna Bagenholm – Regreso a la vida
El 20 de mayo de 1999, la doctora Anna Bagenholm, de 29 años, fue a esquiar a las montañas noruegas. Al resbalarle los esquís, perdió el control y se deslizó en un arroyo helado. Desafortunadamente, el hielo no soportó su peso. Anna cayó al agua helada, de la que solo fue rescatada después de 80 minutos. A pesar de que su cuerpo ya había dejado de funcionar debido a su temperatura extremadamente baja, despertó milagrosamente tras diez días en el hospital. Su corazón se detuvo durante más de dos horas, mientras que su temperatura corporal bajó a 13,7 °C.
6. Tsutomu Yamaguchi: sobrevivió a dos ataques nucleares
El 6 de agosto de 1945, Tsutomo Yamaguchi tenía prisa por visitar Hiroshima, de donde había planeado partir ese mismo día. Sus planes fueron frustrados por los estadounidenses, que lanzaron la bomba Boy sobre la ciudad japonesa. Esta mató a unas 140.000 personas. Tsutomo sobrevivió al ataque, pero sufrió quemaduras y daños en el tímpano, además de quedar cegado temporalmente. Decidió regresar a Nagasaki, donde lo esperaban su esposa e hijo. Tan solo tres días después, sufrió otra conmoción: la bomba atómica Fat Man, que borró la ciudad del mapa. A pesar de quedar sordo permanentemente del oído izquierdo y sufrir síntomas de enfermedad relacionada con la radiación, vivió hasta los 93 años. Murió de cáncer de estómago.
5. Roy Sullivan – el hombre que atrae los rayos
El guardabosques Roy Sullivan fue alcanzado por un rayo siete veces: en 1942, 1969, 1970, 1972, 1973, 1976 y 1977. Esta hazaña le valió un lugar en el Libro Guinness de los Récords Mundiales como el único hombre en atraer un rayo. El robusto virginiano sufrió lesiones, como la pérdida de un dedo del pie, una ceja y cabello, y quemaduras en las piernas, el hombro, el pecho y el estómago.
4. Anatoli Bugorski – Víctima del rayo de protones
Anatoli Bugorski sufrió un curioso accidente en 1978 al ser impactado en la cabeza por un haz de protones. El físico ruso lo describió como un destello de luz más brillante que cualquier cosa que hubiera visto jamás. No sintió dolor por el impacto, pero muchos asumieron que moriría a consecuencia del accidente. Esto no ocurrió, pero Bugorski quedó sordo del oído izquierdo. También tuvo que lidiar con una parálisis de los músculos del lado izquierdo de la cara de por vida.
3. Ewa Wisnierska, una parapentista que fue arrastrada por una tormenta
La experimentada parapentista Ewa Wisnierska se vio atrapada en una terrible tormenta mientras intentaba una acrobacia en Australia. Se vio atrapada en un vórtice que la llevó a velocidades de 80 kilómetros por hora a una altitud de unos 10.000 metros. Debido a la falta de oxígeno a tal altitud, perdió el conocimiento durante casi una hora. Los médicos creen que esto fue lo que la ayudó a sobrevivir y aterrizar sana y salva. Esto redujo su ritmo cardíaco y sus funciones corporales.
2. Joe Simpson: inmensa fuerza y fuerte voluntad.
Joe Simpson se rompió una pierna mientras escalaba en los Andes peruanos, acompañado por Simon Yates. Yates quería salvar a su amigo con una cuerda. Como no era lo suficientemente larga, se enfrentó a una difícil decisión: cortarla, pues era la única forma de sobrevivir. Joe aterrizó milagrosamente en la cornisa rocosa sin más heridas. Sin querer morir, gracias a su férrea voluntad, se arrastró hasta el campamento, a unos 10 kilómetros de distancia, después de 4 días. Simon lo esperaba allí.
1. Louis Zamperini – Inquebrantable
La historia de Louis Zamperini inspiró la película Inquebrantable (2014), dirigida por Angelina Jolie. Este italoestadounidense compitió en la carrera de 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado por el ejército y se estrelló en un bombardero sobre el Pacífico. Tras siete angustiosas semanas en el mar, cayó en manos de los japoneses, en particular del sádico sargento Mutsuhiro Watanabe. Zamperini sobrevivió a la guerra y finalmente fue liberado en 1945.