¿Por qué algunos amores nunca funcionan? ¿Por qué, a pesar de todo el esfuerzo y la esperanza, algunas relaciones simplemente no sobreviven?
El amor es una de las emociones más bellas, pero también de las más complejas, que podemos experimentar. Al principio todo parece tan simple. te enamoras, sientes mariposas en el estómago, todo parece perfecto. Pero el amor no siempre es suficiente para que una relación funcione.
Con el paso de los años, me he dado cuenta de que existen razones más profundas por las que algunos amores no duran. Después de largas conversaciones conmigo mismo, después de muchas lágrimas derramadas e innumerables noches de insomnio, finalmente entendí: por qué nuestra historia de amor no tuvo un final feliz.
Aquí están las razones que me llevaron a darme cuenta de esto, las razones que me ayudan a entender por qué.
1. No me amaste desde el fondo de tu alma
El amor debe ser algo que sentimos en lo profundo de nuestro corazón. Pero nunca sentiste realmente que nuestra conexión fuera correcta. Tu mente no podía conectar los puntos que te llevarían de regreso a mí y te mostrabas indiferente. No puedes ser indiferente en el amor.
El amor requiere pasión, sinceridad y dedicación, que a ti te faltaba. Me sentí como un último recurso, no como tu primera opción, lo que me rompió el corazón una y otra vez.
2. Siempre me esforcé demasiado
Intenté que él se fijara en mí, que me amara, que me apreciara. Ahora entiendo que debería haberlo visto por mí mismo. No puedes obligar a alguien a ver tu valor si decide no hacerlo.
Cada vez que me esforzaba más, perdía una parte de mí mismo. Me convertí en una persona que apenas reconocía, una persona que renunció a sus sueños y deseos por complacerte. Y lo diste por sentado.
3. Me aferré al "un día"
Un día mágico en el que finalmente te darás cuenta de lo maravilloso que puede ser nuestro amor y de que realmente pertenecemos el uno al otro. Ese día me mantuvo adelante cuando no tenía nada más en qué creer; ahora estoy agradecido de que ese día nunca sucedió.
Vivía en una ilusión, en una falsa esperanza que me mantenía en un círculo vicioso de dolor y decepción. Ahora sé que es mejor vivir en la verdad, por muy dolorosa que sea.
4. Realmente no me conocías
No conocías mis debilidades, no sabías qué me hace reír, no comprendías por qué ciertas cosas me asustan y no sabías qué me hace sentir segura. Para ti fui un enigma que nunca intentaste resolver.
No profundizaste en mis pensamientos y sentimientos, no hiciste un esfuerzo por conocerme realmente. Pero sin conocimiento y comprensión reales, el amor no puede crecer ni florecer.
5. No teníamos las mismas opiniones sobre casa.
No compartíamos la misma visión de cómo debería ser el hogar, no compartíamos la misma calidez y no compartíamos los mismos votos. Mientras yo soñaba con un hogar cálido lleno de amor y risas, tú tenías ideas completamente diferentes.
Nuestros sueños y metas eran demasiado diferentes para que pudiéramos encontrar un camino común. Persistí con la esperanza de que nos llevaríamos bien, pero en realidad sólo nos distanciamos cada vez más.
6. Tus amigos creyeron en nosotros
Nos apoyaban, para que nuestra historia se hiciera realidad, apoyaban una historia de amor épica de dos personas rotas que encuentran una manera de arreglarse mutuamente. No sabían que dos personas destrozadas a veces pueden romperse en pedazos.
Su fe en nuestro amor era fuerte, pero no podría haber existido sin su dedicación y voluntad. Tus amigos creyeron en nosotros más que tú.
7. Me presentaste el tema.
Tu amor era como un túnel, cuanto más me adentraba en él, más oscuro se volvía. Pensé que así era el amor desde dentro, pero sabía que era una mentira que creé para poder quedarme. Quería escapar a un amor que ofrece toda una galaxia de luces parpadeantes.
Me encontré en una oscuridad donde no había esperanza ni luz, y poco a poco me estaba destruyendo. No quería el tipo de amor que me arrastraría al abismo.
8. No escuché
No escuché a mis amigos, a mi familia, a tus señales de advertencia... a ti. Es mi culpa que conté contigo para levantarme cuando estaba abajo.
Viví en negación, esperando algo que no era posible. Me enseñaron que el amor es ciego, pero ahora sé que debo escuchar más a mi corazón y a mi intuición.
9. Nuestras palabras se perdieron en la traducción.
Nunca supiste interpretar mis mensajes y yo no pude descifrar los tuyos. Estábamos leyendo el mismo libro en dos idiomas diferentes y no podíamos encontrar un traductor para el otro. La comunicación fue nuestro mayor obstáculo que no pudimos superar.
Las palabras se perdieron en la confusión, los malentendidos se acumularon y nuestra conexión se desmoronó.
10. La distancia iba aumentando
Los kilómetros se hicieron más largos y las noches más frías, lentamente condujimos en diferentes direcciones; tú de vuelta al desierto y yo de vuelta a la tierra. Nuestros mapas nunca se alinearon.
En el camino de regreso sentí como el veneno esta saliendo de mi cuerpo y me di cuenta de que nuestros caminos estaban destinados a cruzarse por una razón: encontrar su felicidad en otro lugar... lejos el uno del otro. La distancia entre nosotros no era sólo física, sino también emocional y mental. Persistí en luchar por algo que no tenía fundamento.
La parte más dolorosa de esta experiencia fue darme cuenta de que el amor no siempre es suficiente. A veces intentamos aferrarnos a algo que está condenado desde el principio. Es difícil admitirlo, pero me doy cuenta de que tuviste que irte para que yo pudiera encontrar mi verdadero camino.
Nunca es fácil terminar una historia en la que has puesto tu corazón y tu alma.. Me sentí perdida, engañada y desesperada cuando me di cuenta de que nuestro amor no tenía futuro. Pero ahora que miro hacia atrás, veo que fue parte de mi viaje, parte de mi aprendizaje y crecimiento.
Estoy agradecido por todas las lecciones que he aprendido y la fuerza que he ganado. Me di cuenta que soy digno de amor, que me exaltará y no me destruirá.
Nuestra historia ha terminado, pero ahora se abre un nuevo capítulo. Un capítulo en el que soy más fuerte, más sabia y lista para el amor verdadero. Un amor que surgirá de forma natural y permanecerá porque será lo correcto.
Nuestro amor fue una lección, no el destino. Y por eso estoy agradecido.