Nadie se siente bien cuando se presentan tiempos estresantes. ¿Alguna vez te has preguntado qué puedes aprender de ellos? ¿Esconden algo positivo en sí mismos? ¿Pueden realmente señalarte en la dirección correcta?
A veces no sabemos por qué suceden ciertas cosas, pero con el tiempo nos damos cuenta de que tenían que suceder, y que sucedieron con la intención de guiarnos por el camino correcto.
Cuáles son esos momentos estresantes que nos hacen aprender exactamente las lecciones que necesitamos en un momento dado para volvernos más fuertes y seguir por el camino correcto. El camino que está destinado para nosotros.
Veamos algunos de esos caminos que pueden haber dirigido tu vida.
1. Cuando la persona que pensabas que estaría contigo se fue a sabiendas
En el momento en que rompes con alguien, sientes que tu mundo se ha derrumbado. Crees que tu mundo se ha derrumbado y que nunca podrás seguir adelante. Las rupturas crean ruinas temporales. Aunque luego te pierdas y de repente sientas que todo se está desmoronando, aún no sabes que esta experiencia en realidad te está edificando. Después de tal experiencia, te das cuenta de que la mayoría de las personas en tu vida son solo temporales. Aprende a reconocer qué y qué tipo de persona realmente necesitas en tu vida.
2. Cuando te despidieron por primera vez de tu trabajo
Ser despedido es una experiencia muy estresante para cualquier persona, incluso si no estaba contento con su trabajo. Empiezas a hacerte preguntas sobre ti mismo. Sientes que no vales nada. Sin embargo, inconscientemente estás aprendiendo a través de este contratiempo. Empiezas a buscar tu verdadero camino. Piensas en lo que realmente quieres hacer con tu vida.
"Todo el mundo debería ser despedido al menos una vez en su carrera. Es importante tener contratiempos porque no existe la perfección". Ana Wintour
3. Ese momento en el que sientes que nadie te quiere o te entiende
Un día, todo lo que dices y haces está mal. Todo está mal, peleas con todos, sientes que estás perdiendo amigos y que todo lo malo que pasa es tu culpa. Pero no es así. Es normal discutir con las personas que amas a veces.
Subconscientemente, te das cuenta de que las personas que más amas son a veces la razón por la que no creces, porque la alegría genera estancamiento. Cuando te caes, crea espacio para el crecimiento personal. A veces se necesita una caída para empezar a apreciarte a ti mismo y a las personas que te rodean.
4. Esa vez que dejaste la actividad que creías que era tu amor
Es posible que hayas invertido meses, años de esfuerzo y tiempo para lograr lo que te propusiste. Pero con el tiempo, ya no sentías ese entusiasmo como antes. Quizás pensaste que sería más fácil para ti o surgieron ciertas situaciones que imposibilitaron este desarrollo.
A veces las cosas simplemente no están destinadas a ser. Estás en el lugar equivocado y es hora de aceptarlo y procesarlo. Esta realización desagradable generalmente significa encontrar otra: la dirección correcta.
5. Esa vez que decepcionaste a alguien que amas
Todos hemos sido lastimados en algún momento y todos lastimamos a otras personas en algún momento. La naturaleza humana es tal que todos hemos decepcionado a alguien antes, sin sentido ni propósito. Sin embargo, esta incomodidad con la decepción es parte de convertirse en la persona en la que debe convertirse.
Cuando lastimes a alguien que amas, aprende cómo convertirte en una mejor persona y cómo convertir tu arrepentimiento en algo positivo. Aunque en ese momento parezca que eres la peor persona del mundo, en realidad te hace darte cuenta de la profundidad de tus defectos y cómo vivir con ellos.
6. Cuando te defraudas, a ti mismo
Cuando estás decepcionado contigo mismo, es uno de los peores sentimientos del mundo. Decepcionar a otras personas es algo con lo que puedes vivir y puedes disculparte y dejarlo atrás.
Pero perdonarte a ti mismo es mucho más difícil. Tienes que enfrentarte a un montón de demonios que ni siquiera sabías que tenías y que te están impidiendo amarte a ti mismo.
La autodecepción suele ser lo que lleva al amor propio y a un viaje inolvidable a tu realidad, a ti mismo. Puedes lograr cualquier cosa si encuentras el amor propio.