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7 hierbas que crecen mejor en agua que en tierra: sin ensuciar, solo agua, luz y buena voluntad

Foto: IA

Si usted es de los que cuando escucha la palabra "jardín" piensa en dedos embarrados, macetas rotas y experiencias traumáticas al regar plantas que luego murieron de todos modos, tenemos algo para usted. Hay una forma más sencilla de cultivar tus propias hierbas frescas. Y no, no necesitas un jardín. Ni siquiera ollas. Todo lo que necesitas es agua, un vaso y una hierba lista para cobrar nueva vida, justo en la encimera de tu cocina.

Bienvenido al mundo de las “hierbas acuáticas”, donde las plantas crecen en agua sin tierra, y tú te conviertes en... jardinero urbano con el mínimo esfuerzo y el máximo efecto. No sólo por el momento estético (aunque es totalmente digno de Instagram), sino también porque siempre tienes hierbas frescas a mano: para té, ensalada, pasta o simplemente para impresionar. Echemos un vistazo a siete hierbas que aman H₂O Tanto es así que crecerán sin un solo grano de tierra.

1. Menta: frescura que nunca pasa de moda

La menta es una hierba que tiene el refresco en su ADN. Además de lucir genial en un vaso de agua (igual que tú), también es increíblemente fácil de cultivar. Lo único que necesita es un lugar luminoso y un vaso de agua, en el que poner una ramita fresca (preferiblemente con algunas hojas).

Uso: La menta es indispensable en los cócteles de verano (mojito, gin tonic), combina muy bien con el té helado, la limonada, así como en ensaladas con sandía o queso de oveja. Pruébalo en un aderezo de yogur para ensalada de pepino: te lo agradecerás.

Foto: envato

2. Perejil: el as oculto en tu cocina

El perejil es una de esas plantas que todos conocemos pero a menudo subestimamos. Lo podemos encontrar en casi todas las cocinas, pero crece incluso más fácilmente en el agua que en la tierra: sin complicaciones ni requisitos especiales. Simplemente corta una ramita, sumérgela en agua y colócala a la luz.

Uso: El perejil combina muy bien con casi todos los platos salados: desde la clásica sopa de carne, pasando por la pasta y las patatas al horno, hasta el tabulé (una ensalada libanesa donde es el protagonista). Agréguelo a la mantequilla de ajo o a la salsa chimichurri para darle un toque herbal increíble.

Foto: envato

3. Romero: una diva aromática con un talento multiusos

El romero es un poco más delicado que el resto, pero si le das suficiente luz (y respeto), será tu aliado más fiel en la cocina. Después de ponerlo en un vaso de agua, espera unos días: las raíces aparecerán lenta pero constantemente.

Uso: El romero eleva las carnes asadas al siguiente nivel, especialmente el pollo, el cerdo y el cordero. Es un excelente acompañante de las patatas (sobre todo las horneadas con aceite de oliva) y también va muy bien con focaccia o pan casero. Para los aventureros: preparen una infusión de romero: su digestión y su memoria quedarán encantadas.

Foto: envato

4. Orégano: el amor italiano en un frasco

Si eres fanático de la cocina italiana, entonces el orégano es simplemente un alimento imprescindible. Esta planta ama la luz y el agua, por lo que es ideal para el alféizar de tu ventana. En pocos días tendrás un exuberante ramo aromático.

Uso: El orégano es un ingrediente imprescindible para pizzas, salsas para pastas, platos con tomate y ensaladas (como la clásica griega). También queda muy bien con patatas al horno o en adobos para carnes y verduras a la parrilla.

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5. Cebolletas: un éxito instantáneo para los genios perezosos

Las cebolletas son tan fáciles de cultivar que casi no es justo. Pones la parte blanca inferior (¡con la raíz!) en un vaso de agua, lo colocas en el alféizar de la ventana y en pocos días notarás un nuevo crecimiento. Usted se convierte inmediatamente en su propio proveedor de “toppings” para cada plato.

Uso: Las cebolletas añaden variedad a los huevos de cien maneras: son estupendas en ramen, ensaladas asiáticas, para espolvorear en sopas o en salsas frescas (por ejemplo, crema agria con lima y cebolletas: una combinación increíblemente buena).

Foto: envato

6. Tomillo: pequeño pero herbáceo y poderoso

El tomillo es paciente y discreto, pero una vez que empieza a crecer, es una auténtica bomba aromática. Dale tiempo en el agua y un poco de sol y te lo agradecerá con su nota terrosa y ligeramente cítrica.

Uso: Excelente en sopas, guisos, asados y salsas. Combina muy bien con champiñones, limón e incluso mantequilla, que puedes utilizar sobre pan o para hornear pescado. Punto positivo: ¡puedes usarlo para hacer un excelente jarabe casero para cócteles!

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7. Albahaca: la reina del sol en cada cocina

A Basil le encanta el sol y tu atención. A cambio, te ofrece uno de los aromas más embriagadores que existen. Se desarrolla muy bien en el agua, especialmente si le cambias el agua cada pocos días y de vez en cuando le das "cosquillas" con la luz del sol.

Uso: Ideal para ensaladas de tomate (Caprese), pesto casero, pastas, bruschetta e incluso en limonadas o cócteles. La albahaca es la estrella de cualquier plato mediterráneo que quieras elevar de "vale, esto está bueno" a "¡guau! ¿De verdad lo hiciste tú mismo?".

Foto: envato

¿Y ahora? Empiece hoy mismo.

Sólo necesitarás unos pocos frascos (léase: una excusa para visitar el mercado o un cajón con frascos para conservar), agua (filtrada o hervida), un poco de luz y mucha buena voluntad. Cambia el agua cada pocos días y observa cómo la naturaleza realiza un poco de magia en tu cocina.

¿La mejor parte? Cuando sirvas a tus invitados pesto casero o una ensalada fresca con “tus” hierbas, obtendrás exactamente esa sonrisa de satisfacción de un jardinero urbano confiado. Y tal vez algunas preguntas para la próxima publicación de Insta.

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