Gracias por ser y ser siempre mi lugar seguro, por estar siempre ahí para mí, incluso cuando el mundo entero se vuelve en mi contra, estás - de mi lado. Gracias por ser como soy, te amo aunque no te lo diga lo suficiente. ¡Gracias por todo! Gracias por ser quien eres. Mi mamá.
Cuando te conviertes en madre por primera vez, junto con el amor incondicional por tu bebé, se despiertan en ti muchas emociones. Sería difícil lidiar con ellos sin la ayuda de las hormonas que reconfiguran su cerebro de ciertas maneras para ayudarla a cuidar cosas naturales como la lactancia materna.
Durante este tiempo, aprenderá cosas que pueden dejarlo confundido y estresado.
1. La lactancia materna no siempre ocurre de forma natural
Aunque parezca una de las cosas más naturales, muchas mujeres se sienten muy angustiadas porque no cumplen con sus propias expectativas en cuanto a la lactancia materna. La falta de leche no es el único problema que les puede pasar. El problema surge si hay demasiada leche y se produce una mastitis dolorosa.
2. Preocuparse por la apariencia se vuelve cosa del pasado
Antes de tener hijos, nunca imaginaste que no te molestaría el vómito en la ropa. Que no podrás disfrutar tomando tu café de la mañana sin que te moleste el llanto de un bebé. Programar las tareas que deben realizarse será lo último que querrás hacer en tu precioso tiempo libre. Pero no te preocupes, tarde o temprano volverá a la normalidad. En cuanto tu pequeño se acostumbre a este mundo, o cuando crezca un poco o…
3. Intentarás constantemente decir "no" cuando otros digan "sí"
Prepárate para ser, te guste o no, la persona más estricta en la vida de tu hijo. Todos los demás mimarán a esta linda criaturita y le dejarán hacer lo que quiera. Sin embargo, a menudo se le advertirá que es demasiado estricto.
No se detenga en eso, usted es responsable de su hijo. Los expertos dicen: "Haces un terrible flaco favor a los niños si van por el mundo pensando que todo gira en torno a ellos".
4. Otros te darán opiniones sobre literalmente todo.
Pronto descubrirá que nada lo enfurecerá más rápido que nadie pierda la oportunidad de darle un consejo. Ya sean tus padres, amigos o incluso extraños. Encontrarán incluso una pequeña oportunidad para ello, digamos, la forma en que vistes a tu hijo, lo que le das de comer, cómo le limpias la nariz... ¡Todo!
A nadie le gustan los consejos no solicitados, especialmente a las mamás, porque nadie entiende las necesidades de su hijo mejor que usted. Estuvo contigo (solo) en tu vientre durante 9 meses.
5. Te pondrás demasiada presión
La culpa de mamá es algo muy real y lo entenderás en cuanto tu pequeño llegue a tu vida. Quieres ser perfecto en cada pequeña cosa, y si algo no sale tan bien o como lo planeaste, puedes sentirte realmente deprimido. Recuerda que hay días buenos y días malos, por lo que será mejor no estresarte, sino disfrutar cada momento.
6. Tu matrimonio cambiará
A veces odiarás a tu esposo por dormir tan profundamente mientras tuviste que despertarte a las 4 am para alimentar al bebé. Pero cuando ves que tu pareja es el papá más cariñoso del mundo, lloras de felicidad.
Se crea un nivel completamente nuevo de relación entre ustedes. Están criando a una personita juntos, y tal vez debido a esto, su matrimonio se fortalecerá.
7. Los pañales a veces pueden traicionarte
Parece tan simple: solo necesita ponerle un pañal al bebé y no hay más preocupaciones. Es posible que se sorprenda de que le resulte tan difícil averiguar qué marca de pañales funcionará mejor para su bebé.
Además, prepárate para algunas decepciones cuando vistes a un lindo bebé con la ropa más linda, que se manchará con caca en una hora más o menos. Y, por supuesto, mamás de niños, siempre asegúrese de cubrir todo correctamente para evitar una pequeña fuente.
8. Tu bebé nunca dejará de sorprenderte
Los niños pueden ser impredecibles a cualquier edad. Probablemente será tu primera sorpresa que una criatura tan pequeña y linda pueda soltar un pedo tan "oloroso". Su comportamiento nunca será predecible: no comerán ni dormirán durante un día. Al día siguiente llorarán como si estuvieran viendo Titanic y al día siguiente serán las criaturitas sonrientes más tranquilas.
A medida que crecen, se vuelven aún más creativos: puede dejarlos en una posición (¡muy segura!) y cuando regrese, descubra que han rodado hasta el borde de la cama. Su imaginación para hacer cosas en las que nunca pensarían es realmente infinita.