El nacimiento de un niño es un momento especial en la vida de todo hombre. Para que un padre críe a su hijo o hija con el mayor éxito posible, a veces tiene que mentir.
Mentiras inocentes, como decir que no tenemos chocolate en casa, no son algo malo. Pero también hay mentiras que no queremos admitir ante nosotros mismos que les hemos dicho.
1. Amo a mi nuevo bebé.
Un nuevo bebé trae muchas preocupaciones nuevas a la vida de los padres. Es cierto que los padres harán todo lo posible para proteger a su hijo, pero eso no significa que se alegren por él cada vez que lo ven. Los padres a menudo se sienten un poco intimidados por la nueva responsabilidad, por lo que ven a su hijo principalmente como una obligación, al menos en los primeros meses de su vida.
2. Mi esposa es el amor de mi vida.
La esposa era el amor del hombre con el que tenía una relación, pero después del nacimiento de los hijos, eso cambió. Las mujeres piensan igual que los hombres. Aunque hay muchas más mujeres hermosas caminando por ahí, la mayoría de los hombres cuidarán de su familia.
3. Me encantaría asistir a una 'cita para jugar'.
Las citas para jugar son para los niños. Los padres de diferentes niños organizan un encuentro donde sus hijos tienen la oportunidad de jugar. A los papás generalmente no les gusta pasar la tarde con personas que no conocen bien.
4. Me alegro de que los hombres no se queden embarazados.
Muchos hombres desearían experimentar lo que es tener un vínculo biológico con un ser que llega al mundo llorando después de nueve meses de desarrollo. Dado que las mujeres a menudo se quejan de lo difícil que es el embarazo, tienden a guardárselo para sí mismas.
5. Necesitamos unas vacaciones.
Después del nacimiento de un hijo, no podrás permitirte unas vacaciones sin preocupaciones durante los próximos 20 años. Incluso si ocasionalmente hacemos un viaje en avión de una semana, eso no significa que nos tomemos un descanso de nuestra rutina diaria. Por eso a muchos hombres les gustaría simplemente encerrarse en casa.
6. No podría imaginar la vida sin hijos.
Una vida sin hijos significaría una vida sin abundancia de preocupaciones. Imagínate cuántas canas te habrías ahorrado si no hubieras asumido el papel de padre. También podríamos terminar de leer el periódico, disfrutar del relax en un salón limpio y tranquilo… Amamos a nuestros hijos, pero eso no significa que estemos felices por ellos cada vez que aparecen.
7. La paternidad no me ha cambiado.
Por supuesto que podemos llamar a esta afirmación una gran mentira. Con el nacimiento y la crianza de un hijo, los padres se vuelven cada vez más maduros. El tiempo del que disponen se vuelve más valioso que nunca, por lo que hay que utilizarlo adecuadamente. Una carrera en la oficina de repente no es tan importante como antes.
8. Nunca he orinado en el lavabo.
Probablemente hayas tenido que usar el lavabo para hacer tus necesidades. Esperar a que el asiento del inodoro quede libre puede ser agotador.