Quizás pienses que dormir sin ropa es más relajante, pero la ciencia (y el sentido común) dicen lo contrario. Los pijamas no son sólo una prenda de moda de los catálogos navideños: son tu fiel compañero de noche que tiene más beneficios de los que crees.
Si eres de los que apuestan por la opción “todo incluido” dormirNo vamos a sermonearte, pero en serio, ¿estás seguro de que quieres seguir durmiendo en una proximidad peligrosa con una sábana que no ha visto la lavadora en los últimos 10 días? Tal vez las 8 razones a continuación te convenzan de que los pijamas no son sólo para niños o comedias románticas de los 90.
8 razones por las que es bueno usar pijama mientras duermes
1. Los pijamas cuidan la higiene de la piel.
Cuando duermes, tu cuerpo se regenera. ¿Y sabéis qué pasa? Las células muertas de la piel se desprenden, sudas y, si duermes sin una capa protectora entre tú y tu ropa de cama, todo esto permanece perfectamente en las sábanas. Los pijamas cumplen la función de protector y recogen la mayor parte de estos “desechos nocturnos” para que tu ropa de cama se mantenga fresca por más tiempo. #MalloMenosTerrible
2. Los pijamas ayudan a regular la temperatura corporal.
El cuerpo humano no es precisamente el calentador más constante durante el sueño. Una hora eres una reina de hielo y al minuto siguiente un volcán dormido. Los pijamas de calidad hechos con materiales naturales como el algodón o el bambú respiran contigo y ayudan a regular tu temperatura, sin despertarte empapado o con frío.
3. Menos fricción = mejor sueño
Aunque no somos conscientes del movimiento durante el sueño, nuestro cuerpo se contrae, gira y tiembla durante toda la noche como si estuviera en un concierto. Los pijamas reducen la fricción entre la piel y las sábanas, lo que significa menos irritación y más ciclos REM ininterrumpidos. Y sí, eso también significa menos enojo matutino.
4. El pijama como ritual psicológico
Ponerse el pijama es señal de que el día está llegando a su fin. Tu cerebro recibe una señal: “Desactiva el modo trabajo, activa el modo sueño”. Esta pequeña rutina puede ser una herramienta poderosa para quienes padecen insomnio o solo se quedan dormidos cuando Netflix dice "¿Sigues mirando?".
5. Menor probabilidad de infecciones de la piel.
Cuando duermes sin ropa, el sudor, las bacterias y los aceites naturales de tu piel se transfieren directamente a tu ropa de cama, y este es un caldo de cultivo para todo tipo de microorganismos. ¿El pijama como filtro? Absolutamente. El lavado regular del pijama está, por supuesto, incluido en el paquete. (Sí, te lo decimos. Esos pijamas de diciembre pasado ya cambiaron de olor.)
6. Ayuda a mejorar la etiqueta social.
¿Pijamada en casa de amigos? ¿Vas a hacer una escapada de fin de semana con la persona que te gusta? ¿O el repartidor te visita por la mañana mientras todavía estás bostezando? El pijama es tu cinturón de seguridad. Cualquiera que alguna vez se haya encontrado en un momento de "ponerse algo rápido" sabe de qué estamos hablando.
7. Te protege de los invasores nocturnos no deseados (léase: mosquitos)
Si duermes sin pijama en pleno verano, eres un blanco perfecto para los mosquitos. Una fina capa de tela puede evitar que te despiertes con un pinchazo justo en la parte más inaccesible del cuerpo. Y en realidad, los mosquitos no son los compañeros románticos que deseas en la cama.
8. Confianza y comodidad
Los buenos pijamas no sólo son cómodos, también son elegantes. Hay algo muy especial en regalarse un bonito camisón. No, esto no es mimo. Esto es autocuidado básico. Cuando te sientes bien en pijama, duermes mejor. Y cuando duermes mejor, estás menos inclinado a morderle la cabeza a alguien antes de tu primera taza de café del día siguiente.
Entonces, ¿pijama: sí o no?
Por supuesto, la elección es suya. Pero si quieres dormir mejor, más higiene y esa sutil sensación de lujo (sin gastar una fortuna), entonces es pijama tu nuevo mejor amigo. Pero no te olvides de lavarlo de vez en cuando, ¿de acuerdo?
Y tú ¿duermes con pijama o sin pijama?