Las plantas, al igual que los seres vivos, muestran diferentes signos cuando no se sienten bien. Reconocer estos signos es la clave para actuar a tiempo y resolver el problema. A continuación, presentaremos los ocho signos más comunes de que tu planta está enferma y te ofreceremos consejos sobre cómo eliminarlos.
reconocimiento de personajes, Que tus plantas estén enfermas es el primer paso del tratamiento. Con una acción oportuna y el cuidado adecuado, la mayoría de los problemas pueden eliminarse y la planta puede recuperar su salud. No olvides revisar periódicamente tu planta, ajustar las condiciones de crecimiento y utilizar los productos adecuados para su protección y fortalecimiento. plantas.
1. Marchitez o coloración amarillenta de las hojas.
Si las hojas de su planta se marchitan o se vuelven amarillas, esto suele ser una señal de un problema de riego. Demasiada o muy poca agua puede causar estrés y hacer que las hojas se marchiten o se pongan amarillas.
Como arreglarlo: Verifique la humedad del suelo. Si la tierra está seca, riega la planta, pero asegúrate de que el agua no se estanque en la maceta. Si el suelo está demasiado húmedo, permita un mejor drenaje y reduzca la frecuencia de riego.
2. hojas caídas
La caída de las hojas puede deberse a muchos factores, incluido el estrés del trasplante, los cambios de temperatura, el riego excesivo o insuficiente o incluso las plagas.
Como arreglarlo: Identificar la causa y eliminarla. Si trasplantaste la planta, dale algo de tiempo para que se recupere. Ajusta el riego y protege la planta de cambios extremos de temperatura.
3. Dorado de las hojas
Las manchas marrones en las hojas suelen ser el resultado de una exposición excesiva al sol, falta de humedad o minerales o un ataque de enfermedad.
Como arreglarlo: Traslade la planta a un lugar con menos luz solar directa, controle periódicamente la humedad del suelo y utilice un fertilizante que contenga los nutrientes necesarios. Si se sospecha una enfermedad, utilice un fungicida adecuado.
4. Todo tipo de errores
La presencia de insectos como pulgones, ácaros u orugas puede debilitar rápidamente tu planta.
Como arreglarlo: Elimina las plagas a mano o utiliza insecticidas naturales como aceite de neem o jabón insecticida. En casos severos, use insecticidas químicos, pero tenga cuidado de no dañar la planta.
5. Tallos y ramas largos y extendidos
Si su planta desarrolla tallos o ramas largos y delgados, esto suele ser una señal de que no recibe suficiente luz.
Como arreglarlo: Mueva la planta a un lugar más luminoso o utilice iluminación artificial si la luz natural es limitada. Gire la planta con regularidad para que esté iluminada uniformemente por todos lados.
6. Raíces de pulpa
Las raíces blandas y blandas son un signo de podredumbre por exceso de agua o mal drenaje.
Como arreglarlo: Desenterrar con cuidado la planta y quitar las raíces dañadas. Trasplantelo a un suelo fresco y bien drenado y ajuste el régimen de riego.
7. Crecimiento lento y hojas rizadas.
El crecimiento lento y las hojas rizadas pueden ser un signo de deficiencias de nutrientes o condiciones de crecimiento inadecuadas.
Como arreglarlo: Verifique la calidad del suelo y agregue fertilizante si es necesario. Asegurar unas condiciones adecuadas de luz y temperatura y un riego adecuado.
8. Tallos de plantas no saludables
Si los tallos de su planta están blandos, podridos o llenos de grietas, esto es una señal grave de problemas que podrían incluir riego excesivo, enfermedades o plagas.
Como arreglarlo: Corta los tallos dañados y proporciona mejores condiciones de crecimiento. Utilice fungicidas si se sospecha de infecciones por hongos e insecticidas si hay plagas involucradas.