Convencer a los niños de comer una variedad de alimentos ricos en nutrientes a veces puede parecer una batalla cuesta arriba. Sin embargo, con un poco de paciencia, creatividad y una pizca de sabiduría de los padres, se puede ayudar a los niños quisquillosos a desarrollar hábitos alimenticios más saludables. ¿Cómo ayudar a un niño si es quisquilloso con la comida?
Al implementar ciertos estrategias que los padres pueden alentar gradualmente a un niño quisquilloso van aceptando poco a poco alimentos más sanos y variados. Recuerda que la paciencia y la persistencia son claves a la hora de cultivar hábitos alimenticios saludables.
Predicar con el ejemplo
Los niños suelen imitar el comportamiento que observan a su alrededor. Ser un ejemplo positivo entonces, para demostrar hábitos alimenticios saludables usted mismo. Deje que lo vean disfrutando de una variedad de frutas, verduras y granos integrales. Haga que las comidas sean un asunto familiar donde todos coman juntos las mismas comidas nutritivas.
Involucrar a los niños en la planificación y preparación de comidas.
Incluya a su quisquilloso con la comida en planificación y preparación de comidas. Llévelos de compras al supermercado y permítales elegir las frutas y verduras que les interesen. Anímelos a ayudar a lavar y picar verduras oa mezclar ingredientes mientras preparan las comidas. Esta colaboración les dará un sentido de propiedad y curiosidad sobre los alimentos que comen.
Crea un plato colorido
La presentación juega un papel clave en los comedores quisquillosos que se sienten atraídos por probar nuevos alimentos. úsalo una variedad de frutas y verduras de colores, para que su plato sea visualmente atractivo. Los tonos vibrantes despertarán su curiosidad y harán que la comida sea más agradable. Experimente con diferentes formas y arreglos para despertar su interés.
Introducir nuevos alimentos gradualmente
La introducción de nuevos alimentos de una sola vez puede abrumar a los comedores quisquillosos. En su lugar, introduzca nuevos elementos gradualmente, uno por uno. Comience con porciones pequeñas y combínelas con los favoritos familiares. Anime a su hijo a morder y explorar nuevos sabores sin presionarlo para que coma toda la porción.
Haz que la comida saludable sea divertida
Haga que la alimentación saludable sea una experiencia placentera, así que sí hacer que la comida sea divertida. Use cortadores de galletas para cortar frutas y verduras en formas interesantes o cree arte culinario con ingredientes coloridos. Organice una variedad de refrigerios saludables en un plato y anime a su hijo a crear un diseño creativo con ellos. Este enfoque lúdico puede hacer que la alimentación saludable sea más atractiva.
Usa salsas
Los niños a menudo disfrutan mojando la comida en salsas y dips. Aproveche esto ofreciendo opciones nutritivas como hummus, salsas a base de yogur. Estas salsas agregan sabor y textura a los alimentos, haciéndolos más atractivos para los comedores quisquillosos.
Tome un bocado de "prueba"
Anime a su hijo a muerde al menos un "intento" de cada comida nueva en el plato. Enfatice que está bien si no les gusta, pero anímelos a mantener la mente abierta y probar diferentes alimentos varias veces. Las preferencias de sabor pueden cambiar con el tiempo y la exposición repetida eventualmente puede conducir a la aceptación.
Ofrecer alternativas saludables
En lugar de depender de bocadillos y dulces procesados, brinde a su hijo alternativas más saludables. Papas fritas reemplázalo con chips de verduras al horno, ofrezca yogur en lugar de helado o proporcione refrigerios caseros y saludables en lugar de dulces. Estas alternativas pueden ayudar a satisfacer los antojos mientras proporcionan nutrientes valiosos.