El aceite de jojoba tiene propiedades beneficiosas que lo hacen indispensable para todos los que quieren una piel suave como la seda y sin irregularidades.
Aceite de jojoba Se obtiene de una planta llamada jojoba, que se reconoce por sus hojas verdes de piel gruesa y semillas que se asemejan a los granos de café. El aceite de jojoba se puede utilizar de muchas maneras, su uso es bienvenido tanto en la cocina como en cuidado diario del cuerpo.
El aceite de jojoba tiene un efecto positivo en nuestro intestino, aliviando los síntomas de la artritis y el reumatismo. También es sumamente beneficioso para nuestra piel y cuero cabelludo, ya que hidrata la piel y elimina irregularidades como el acné y el eczema. El aceite de jojoba no lubrica la piel, ya que en realidad no es un aceite, pero en su composición es extremadamente similar a la composición del sebo natural de la piel. El sebo es una grasa producida por las glándulas sebáceas. Se secreta a través de los poros hasta la superficie de la piel y el cuero cabelludo y ofrece a la piel protección contra factores externos nocivos. Cuando la piel empieza a carecer de él, se vuelve seca y sensible.
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El problema también surge con la secreción excesiva de sebo. La piel se vuelve entonces grasa, lo que provoca un acné excesivo. En caso de falta de sebo, se recomienda el uso de aceite de jojoba, ya que hidratará nuestra piel y reducirá la aparición de arrugas cutáneas. Si tenemos problemas de acné, utilizar aceite para el cuidado facial y simplemente curarlos. El aceite de jojoba engaña a las glándulas sebáceas para que secreten menos sebo. La piel empieza a "creer" que ha producido suficiente grasa y por tanto encuentra su equilibrio óptimo. El aceite de jojoba no es comedogénico (no obstruye los poros) y puede utilizarse para cuidar el rostro, el cuerpo, el cabello, el cuero cabelludo, las cutículas y los labios secos.