Tu piel es un reflejo de tu vida: estrés diario, medio ambiente y dieta. No necesita productos caros, sino soluciones sencillas y eficaces que funcionen según sus necesidades. No necesita nada complicado ni artificial. Ella merece algo simple, puro y real, algo que la nutra y no la abrume. Sérum casero de dos ingredientes para una piel bonita.
¿Qué necesitas para un sérum casero? Todo lo que necesitas es perejil y limón.
Ingredientes naturales. El perejil y el limón son la prueba de que una simple combinación de la naturaleza puede ofrecer soluciones para una piel limpia, suave y saludable.
Con la combinación adecuada de estos dos alimentos, puedes crear un suero casero que actúa como soporte para tu piel – elimina impurezas, reduce las imperfecciones y mejora la textura.
Perejil
El perejil es una rica fuente de vitaminas y minerales que nutren y regeneran la piel. Actúa como un agente blanqueador natural para ayudar a reducir las manchas oscuras y el tono desigual de la piel. Así alivia el enrojecimiento e irritación, favorece la curación del acné y refresca la piel. Por sus propiedades devuelve la suavidad y frescura a la piel.
Limón
El limón contiene ácidos naturales que eliminan las células muertas de la piel y vitamina C que aclara las manchas oscuras. Tiene un efecto limpiador que refresca la piel y mejora su textura.
Cómo hacer suero casero
• 2 cucharadas de perejil fresco finamente picado
• 1 cucharadita de jugo de limón recién exprimido
• 200 ml de agua
Primero, hierve agua y agrégale perejil picado. Cocine a fuego lento durante quince minutos. Enfriar la mezcla y colar. Mezcla el jugo de limón con el líquido enfriado. Guarde el líquido preparado en una botella limpia y guárdelo en el frigorífico. Utilice el suero dentro de los cinco días y luego prepare uno nuevo.
Aplicar el sérum con un algodón sobre la piel del rostro limpia cada mañana y noche. Evite el contacto con los ojos. El uso regular garantiza resultados visibles después de tan solo un mes. La piel se vuelve más limpia, más suave y más radiante.
Confía en el poder de la naturaleza y descubre cómo pequeños cambios en tu rutina pueden marcar una gran diferencia. Tu piel te lo agradecerá.