No te rindas. Aún te queda un largo camino por recorrer. A veces la vida da un giro inesperado.
Algo que ayer era completamente comprensible, de repente se derrumba. Las metas que parecían cercanas se han desvanecido. El cuerpo está cansado, el corazón apesadumbrado, los pensamientos dispersos. Y esa voz interior que suele impulsarte se ha silenciado.
Es entonces cuando surge la tentación de rendirse. De parar. De... Ni siquiera sabes qué hacer porque duele demasiado.Pero es precisamente en esos momentos, cuando todo parece desmoronarse, que algo nuevo se está construyendo en tu interior. Algo silencioso, sólido, de lo que a menudo solo te das cuenta más tarde.
Cuando ya no le veas el sentido
No hay nada de malo en quedarse sin fuerzas. No hay nada de malo en sentir que ya no puedes más. No significa que seas débil, significa que eres humano. Incluso la tierra descansa para poder dar a luz de nuevo. Incluso el mar se retira para poder regresar.
Cuando no veas el significado, no lo busques con los ojos. Encuéntralo con el tacto, donde duele., donde late. Quizás te sorprenda descubrir que algo completamente nuevo está creciendo precisamente de aquello que ahora te lastima.

Nada se pierde mientras respires.
Aún llevas dentro todo lo que eres, sin importar cuánto hayas perdido. Aún puedes soñar. Aún puedes sentir. La esperanza no te ha abandonado, simplemente reposa. Nada se pierde mientras respires.Cada exhalación es prueba de que estás aquí, y cada inhalación es una oportunidad para un nuevo comienzo.
En la vida no hay fondo permanente. Pero hay un momento en el que te alejas de ti mismo. Y entonces, aunque sea difícil, te das cuenta: sigo aquí. Y este "sigo aquí" es tu mayor prueba de valentía.
Cuando el mundo guarda silencio, se escucha el corazón.
En los días más tranquilos, cuando ya no sabes adónde ir, se producen los mayores cambios. Cuando el mundo guarda silencio, se escucha el corazón. —El verdadero, el que no está herido ni asustado. El que no mide el valor en logros, sino en perseverancia. El que sabe que tras la oscuridad siempre llega la luz.
A veces la vida te detiene no para castigarte, sino para para redirigirteQuizás no te has perdido, quizás simplemente has girado en una dirección que te mostrará algo que aún no habías podido ver.
Todo final es un comienzo disfrazado.
El fin no es el enemigo. El final es un lugar donde algo se detiene para que algo más pueda nacer. La última hoja de un árbol no significa el fin de la vida, sino la promesa de una nueva primavera. Tú también tienes tu primavera; solo el tiempo la separa del invierno. Y cuando llegue, comprenderás por qué tuviste que esperar. Porque algunos crecimientos requieren silencio, oscuridad y paciencia.

No compares tu tiempo con el de los demás.
Tu tiempo no les pertenece. Tu camino no les pertenece. No te midas con el ritmo de los demás. Quizás tuviste que esperar un poco más para aprender a ver la belleza en la quietud. Quizás tuviste que perder algo para reencontrarte contigo mismo.
En un mundo que espera que constantemente movimienotEs valiente atreverse a quedarse quieto. Sentarse, respirar hondo y admitir ante uno mismo: Necesito un momento. Y en ese momento, estás más cerca de ti mismo que nunca.
No te rindas.
No te rindas, aunque parezca que eres el último en el camino. No te rindas, aunque parezca que no lo lograrás. No te rindas, porque la vida no se mide por cuántas veces te caes, sino por cuántas veces te levantas. Lo que hoy duele será tu fuerza mañana.
Lo que hoy te parece demasiado difícil, algún día será tu historia, con la que inspirarás a alguien más. Todavía tienes mucho por delante: muchos días que olerán a un nuevo comienzo, muchas personas que te mirarán con comprensión, mucho más. momentos que sanarán lo que duele ahora.
No te rindas. Aunque hoy no veas el camino, eso no significa que no exista. Cuando mires hacia atrás en el tiempo, verás que todo esto —cada caída, cada llanto, cada duda— fue solo una preparación para algo más grande.
Y entonces comprenderás que no perdiste el tiempo. Simplemente creciste.






