El patinador japonés y escultor autodidacta Haroshi ha combinado de forma creativa sus dos pasiones para presentar imágenes impactantes y elegantes de la cultura pop.
Se debe al uso de viejas patinetas de madera. Haroshi logró la apariencia única de sus esculturas, que consisten en varias capas de madera recuperada. Estas capas son de diferentes colores, lo que le da a las esculturas un característico aspecto rayado. Como escribió en su sitio web, su obra de arte es la misma que las tablas que representan su vida. Son una herramienta de comunicación entre él y el mundo exterior.