Claus Memminger fue una vez un exitoso piloto de carreras de resistencia en Le Mans. Tras terminar su carrera, no renunció a los vapores de gasolina y en cambio se dedicó a la restauración de Volkswagen Escarabajos. Todo comenzó en 1998, cuando él y un amigo restauraron el primer Volkswagen Beetle. El último producto, el Memminger Roadster 2.7, se presentó justo a tiempo para una introducción al romance de verano con techo abierto.