Los recuerdos son como chispas que arden bajo las cenizas, pero cuando las despliegas, cobran vida una y otra vez, dijo una vez Goethe. Sin memoria, la capacidad de aprender tampoco tendría sentido, ya que no seríamos capaces de recordar lo que aprendemos. Y si crees que los recuerdos en nuestro cerebro se almacenan como datos en la memoria de trabajo o en el disco duro, te equivocas, porque mientras la computadora almacena información en lugares específicos, el cerebro almacena fragmentos de la memoria de lo mismo en extremos diferentes. Y cuando recordamos un recuerdo, los impulsos nerviosos de partes individuales del cerebro ensamblan estos fragmentos de recuerdos en un todo significativo. Pero, ¿por qué (re)almacenamos algunos recuerdos, mientras que otros son tragados por un "agujero negro"?