La buena educación no es sólo una cuestión de conocimiento, sino que también implica compromiso, sentimiento y capacidad de cambiar uno mismo. Al mismo tiempo, es bueno tener en cuenta que tanto los padres como los hijos son muy diferentes entre sí, por lo que es imposible establecer pautas universales que aseguren el éxito de todos. Al final, lo más importante es establecer un contacto genuino, sincero y profundo con el niño. Quizás puedas lograrlo si sigues estos 6 consejos sobre cómo criar niños trabajadores y no mimados.