Nerviosismo extremo e insomnio. Así es como podría describir los últimos días antes de la entrevista. Esta será mi primera entrevista en vivo con una estrella de fama internacional, a quien adoro absolutamente. El corazón se parte, la mente está en mil y una vueltas. Y luego 'puf'. Todo el nerviosismo desaparece cuando por fin conozco a Anders Trentemøller en directo. Un hombre humilde, sonriente y afable, muy hablador y con los pies en la tierra. Bingo. Después de la primera pregunta un tanto incómoda (ya sabes, los fanáticos siempre nos quedamos sin palabras), la conversación fluye como un reloj y cada vez soy más consciente de que estoy hablando con un verdadero visionario.
