Bienestar

El amor puede ser la cosa más bella del mundo... o el mayor desafío, especialmente cuando se disfraza de algo que no es. En una avalancha de emociones y pasiones, a veces es difícil distinguir el verdadero afecto de una red de manipulación hábilmente tejida. A menudo sucede que las palabras nos ciegan, porque las percibimos como afirmaciones de amor, pero en realidad esconden la falta de sinceridad y el deseo de controlar. Si se encuentra en una situación así, es hora de detenerse y escuchar, no sólo a su corazón, sino también a su cerebro.