A la hora de diseñar el packaging de un producto, conviene adoptar la conocida regla de la carpintería: "Mide dos veces, corta una", para que el fabricante evite las torpezas que presenciarás a continuación. ¿Por qué? Porque el packaging de un producto, especialmente de un producto de uso cotidiano, influye en cómo los clientes aceptan el producto de la marca y, en base a ello, deciden comprarlo. Conocemos ejemplos de buenas prácticas, así que veamos cómo no hacerlo.
