Las rupturas son difíciles. Especialmente cuando la historia termina con alguien que pensamos que se quedaría con nosotros hasta que...
Sin embargo, a veces las personas entran en nuestras vidas por unos momentos solo para sacudirlas un poco. Nos enseñan algunas cosas. Hacen la vida mejor. Y no importa cuánto esperemos que la historia dure, a veces el papel que jugamos en la vida de alguien ha terminado.
Nos damos cuenta que a veces es mejor deja que algo bueno se vaya como si estuviéramos aferrados a lo que solía ser y viéndolo empeorar.
No tengo más remedio que poner fin a nuestra historia. Y estoy seguro de que tú sientes lo mismo.
Hablamos, pero nadie realmente el no dice nada o dice lo que hay que decir. Es como si fuéramos por la vida sin expectativas, sin ternura, sin caricias, sin esa risa pícara...
Todo es igual, pero todo es diferente. Nos vemos iguales. Pero hemos cambiado, cada uno a su manera. No quiero dejarte ir, pero ya no puedo aferrarme a lo que se fue.
Cuando digo que te amo, lo digo en serio. cuando te abrazo No quiero dejarte ir. Todo se ha vuelto tan cómodo. Tal vez demasiado cómodo. No hace falta decir nada.
¿Cómo es que las personas que alguna vez estuvieron hechas la una para la otra de repente ya no lo están? Peleamos, por pequeñas cosas insignificantes.
De repente, las cosas que solíamos amar nos molestan.
No sé cómo será la vida sin ti, pero sé que será mejor para los dos.
Lo que duele no es el adiós ni ese último beso, es todo lo que sé que voy a extrañar. Esperando a que me llames. Cuando me despierto en la cama dormimos juntos. Te estaré buscando entre la multitud. En todos los lugares a los que fuimos y recordando como me besaste y tomaste mi mano... Sólo eramos nosotros dos.
No sé cuándo, ni por qué, ni quién cambió exactamente. Ambos lo hicimos. Tal vez nos hemos superado el uno al otro.
Quiero mirarte a los ojos y sentir algo de nuevo. No quiero ni puedo estar cerca de alguien y sentirme como un extraño a su alrededor.
Pero eso es en lo que nos hemos convertido fantasmas en el pasado que han sido sacudidos por la realidad. No nos queda nada a lo que aferrarnos.
Te amo. Creo que siempre serás parte de mí. Te extrañaré. Y gracias. Sabes muy bien que siempre veré pedazos de ti en mí que me mirarán. Tú me haces quien soy. Te amo.