La seriedad con la que Andrew Garfiled y Adam Driver se tomaron el papel en la película de Martin Scorcese se evidencia en el hecho de que se prepararon para el papel durante todo un año y pasaron una semana en Gales en completo silencio para sacar el máximo provecho de los misioneros jesuitas. Rodrigues y Garrpa. Fueron enviados a Japón durante la época de los "cristianos ocultos", justo después de la represión de la revolución católica en Shimabara en el siglo XVII, donde deben encontrar a su mentor desaparecido, el padre Ferreira (Liam Neeson).
Sobre una película basada en una novela. Silencio del escritor japonés Shusaku Endo y habla sobre la persecución de los jesuitas portugueses, que trabajó en Japón -la editorial Cankar publicó la novela traducida por Iztok Ilca en 2009- es directora de cine Pandillas de Nueva York, El aviador, Doble penetración y El lobo de Wall Street soñado durante casi tres décadas.
Ya ha adquirido los derechos de autor de la adaptación cinematográfica de la novela de Endo hace 28 años. Es una de sus películas más largas, ya que dura bastante 159 minutos.
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Vivió la primera proyección oficial en el vaticano. Él también estaba entre los espectadores. Papa Francisco. Scorsese no es ajeno a las películas con temas religiosos. Ya en 1988, hizo una película La última tentación de Cristo con Willem Dafoe. Se basó en el libro de 1951 del mismo nombre de Nikos Kazantzakis.