¿Por qué blanquear los dientes? Vivimos en una era en la que una sonrisa filtrada en Instagram ya no es sólo un deseo, sino casi una norma social. Entre tratamientos dentales costosos, trucos caseros que prometen milagros en dos minutos y un sinfín de sonrisas perfectas, no es de extrañar que estemos confundidos: ¿realmente tenemos que destruir el esmalte de nuestros dientes para obtener esos cinco tonos de blanco?
¿Albricias? No. Existe una forma sencilla, natural y comprobadamente eficaz de... blanqueamiento dental en casa – y probablemente ya tengas todo lo que necesitas en tu cocina. Sin equipos brillantes, sin cremas costosas, sin ácidos agresivos. Sólo unos minutos a la semana y un poco de disciplina (bueno, un poco de suerte con la genética también, pero esa es otra historia).
Blanqueamiento dental: ¿Qué funciona y por qué?
Si bien Internet ofrece de todo, desde jugo de limón hasta carbón (en serio, ¿a quién se le ocurrió eso?), bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno una combinación que en realidad se basa en la química, no solo en opiniones de TikTok. El bicarbonato de sodio actúa como un abrasivo suave que elimina mecánicamente las manchas superficiales, mientras que el peróxido disuelve suavemente la pigmentación orgánica. Juntos forman una pasta efectiva pero relativamente segura para uso ocasional.
Por supuesto, la palabra clave aquí es ocasionalmente. Así como no exfoliarás con sal gruesa todos los días, tampoco pulirás tus dientes hasta que brillen todas las semanas. Una vez a la semana es más que suficiente para evitar el desgaste del esmalte manteniendo los resultados. Si tienes la tentación de usarlo a diario, considera cambiar el café por té de manzanilla. Lo sabemos, no es lo mismo.
¿Cómo preparar una pasta blanqueadora de dientes natural?
Necesitas:
- 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
- Peróxido de hidrógeno (3 %, como el que se encuentra en las farmacias): agréguelo según sea necesario para formar una pasta suave.
- (opcional) una gota de aceite esencial de menta: ¿por qué blanquear tu sonrisa sin una sensación de frescura adicional?
Proceso:
- Mezcle todos los ingredientes en una taza pequeña hasta formar una pasta suave: la textura debe ser similar a la de la pasta de dientes.
- Utilizando un cepillo de dientes suave, aplique la pasta en los dientes con movimientos circulares. No aplique presión como lo haría al limpiar lechada: la delicadeza es la clave aquí.
- Dejar actuar durante uno o dos minutos. Mientras tanto, puedes comprobar si tu sonrisa está lista para Instagram (pero nada de selfies con pasta de dientes, por favor).
- Enjuágate bien la boca con agua. Dos veces si es necesario: los residuos de peróxido no tienen precisamente un sabor agradable.
¿Cuándo decir “no, gracias”?
Aunque el método es bastante suave, no es para todos. Si tiene dientes muy sensibles, problemas de encías o acaba de completar un tratamiento de ortodoncia, consulte previamente con su dentista. Lo mismo ocurre si sientes una sensación de hormigueo o ardor después de usarlo, o si sientes que podrías iluminar la habitación con tus dientes: esto no es un superpoder, sino una señal para hacer una pausa.