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Cómo cultivar lavanda a partir de esquejes: crea una fragante plantación de lavanda en tu jardín sin coste alguno

Foto: envato

¿Alguna vez has soñado con que tu jardín huela como un mercado provenzal en una mañana de julio? ¿Pero acabas de suspirar al ver el precio de las plantas en maceta en el vivero? Bueno, tenemos buenas noticias para ti: puedes cultivar tu propia lavanda. Sin semillas. Sin doctorado en botánica. Con sólo un arbusto sano, tijeras y un poco de paciencia.

Veamos cómo un hermoso y fragante arbusto crece a partir de un simple tallo. lavanda. Spoiler: es más fácil de lo que la mayoría de la gente piensa, y sí, tú también puedes hacerlo, incluso si tus cactus todavía se están muriendo de sed.

¿Por qué cultivar lavanda a partir de esquejes?

Antes de entrar en detalles, expliquemos por qué este método vale cada gota de sudor:

  • Casi gratis:Un arbusto puede darte una plantación entera. Con un poco de suerte y muchas ollas.
  • Más rápido que las semillasLos esquejes crecen más rápido y se mantienen fieles a la planta original: no más lavandas con crisis de personalidad.
  • Satisfacción garantizada¿Ver una belleza fragante crecer a partir de un tallo cortado? Esto es magia de jardinería sin trucos.

Paso 1: Elige la planta adecuada

No todas las lavandas son iguales. Los que funcionan mejor son los que están en inglés.Lavandula angustifolia) y francés (Lavandula dentata). Si tienes una variedad exótica, es posible que necesites un poco más de suerte.

Buscar:

  • Un arbusto sano, de al menos un año de edad.
  • Tallos fuertes que no florecen
  • Sin signos de enfermedades o plagas.

Y no lo olvides: las ramas viejas y leñosas son excelentes para el fuego, pero no para la propagación.

Foto: envato

Paso 2: Tomar esquejes

Ármate con unas tijeras afiladas y limpias (no, las del cajón de la cocina no cuentan).

Instrucciones:

  • Corta un tallo de 10 a 15 cm de largo, idealmente por la mañana, cuando la planta todavía está fresca y no en la etapa de "es demasiado temprano para mí".
  • Elija tallos suaves y verdes, no del tipo que confundirías con un palillo.
  • Corte justo debajo del nodo de la hoja, esa protuberancia donde crecen las hojas.
  • Toma algunos cortes más, por si acaso. No todos sobrevivirán. Lo sabemos, brutal pero cierto.

Paso 3: Preparar los tallos

Una vez que tengas tus esquejes, debes prepararlos como invitados VIP antes de un tratamiento de spa:

  • Retire las hojas de la mitad inferior del tallo.
  • Raspe suavemente la parte inferior del tallo con la uña: esto los "despertará" un poco y los animará a echar raíces.
  • Opcional: ayuda a terminar con la hormona del crecimiento. No es esencial, pero suma algunos puntos al “¡déjalo crecer!”. juego.
Foto: envato

Paso 4: Plantar los esquejes

Necesitarás una maceta pequeña o una bandeja con una mezcla de tierra que drene bien. Fórmula mágica:

  • 50 sustrato para flores %
  • 50 % perlita o arena gruesa

Ahora la acción:

  • Haz un agujero con un palito o un lápiz.
  • Inserte con cuidado el esqueje y compacte la tierra a su alrededor.
  • Riega ligeramente: ¡no te ahogues! La lavanda es más para chistes secos que para diversión acuática.

Consejo:Coloque varios esquejes (3–5) en una maceta. Una vez que echen raíces, puedes separarlos como los graduados en una ceremonia de graduación.

Paso 5: Haz un mini invernadero

La lavanda necesita humedad, pero no lluvias tropicales.

Así se hace un “invernadero” casero:

  • Cubre la olla con una bolsa de plástico transparente o una cúpula.
  • Utilice pajitas o palillos para evitar que el plástico toque las hojas.
  • Colóquelo en un lugar luminoso con luz indirecta (no lo exponga al sol, por favor).

Paso 6: Esperar y observar

Aquí es donde entra en juego el ejercicio zen de la paciencia. Las raíces no aparecen de la noche a la mañana.

  • Revise cada pocos días para ver si hay moho o podredumbre (si el esqueje está más blando que un plátano en agosto, adiós).
  • El suelo debe estar ligeramente húmedo, no fangoso.
  • Después de 3 a 6 semanas, tire suavemente del tallo. Si sientes resistencia, tienes raíces. ¡Felicidades!

Paso 7: Trasplantarlos

Una vez que hayas enraizado los esquejes:

  • Trasplantarlas a macetas individuales con sustrato habitual.
  • Acostúmbrelos gradualmente a más luz (lo que se denomina “endurecimiento”).
  • Después de un mes o dos, están listos para ser trasladados a la naturaleza; perdón, al jardín.

Consejos adicionales

  • Mejor momento:Primavera o finales de verano
  • No se aglomere.: Buen flujo de aire = sin moho
  • Cálido, no caliente: Ideal 18–24 °C
  • Marcar variedades:Si tienes más de una, la lavanda no es resentida, pero le gusta el orden.
Foto: envato

Errores más comunes

Incluso las tareas más sencillas pueden salir mal. Aquí te presentamos algunos peligros:

❌ Tallos de flores: demasiado ocupados floreciendo como para pensar en las raíces.
❌ Demasiada agua: la lavanda odia los pies mojados.
❌ Sin luz: aunque no le guste la sauna, no puede prescindir de la luz.

Conclusión: ¡La temporada de lavanda ha llegado, querido jardinero!

Una vez que le agarres la mano, podrás hacer cortes como si estuvieras en una línea de montaje. Tu jardín olerá como una boutique perfumeríaTus amigos te pedirán consejos y tú simplemente sonreirás con confianza y dirás: "Ah, no es tan difícil".

¿Tienes un arbusto? En un par de semanas tendrás cinco. O diez. ¡O incluso una avenida morada!

Así que toma tus tijeras, busca un rincón brillante y comienza tu dinastía de lavanda. Es realmente más fácil de lo que piensas.

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