¿Alguna vez te has enamorado y no has sido amado? Lo eres, ¿no? Tal vez en el jardín de infantes, en la adolescencia o tal vez en la madurez. El dolor que experimentas es el mismo sin importar la edad. ¡Duele!
Ese tipo de amor es lo que necesitabas en ese entonces. Una lección que tenías que aprender.
Quizás viviste una historia de amor inexperta a los catorce años oa los cuarenta. El dolor devastador es el mismo, su fuerza no tiene nada que ver con tu madurez y capacidad para manejar los golpes de la vida.
Se trata de empezar algo y cambiar cómo te sientes. Te vuelves diferente a través de él. Y ella; no cambiarías un amor infeliz y no correspondido en amor verdadero por nada en el mundo, porque es lo que te convirtió en la persona que eres ahora.
Puede ser uno o varios de ellos, es una serie de experiencias que duran hasta que aprendes ciertas lecciones.
Si no sabes cómo progresar en el desarrollo personal, cómo trabajar en ti mismo y cambiar, enamórate.
Todas las emociones intensas que has reprimido o que no querías admitir se acumularán dentro de ti y te obligarán a enfrentarte a ti mismo, a descubrir todas las partes de ti mismo que no sabías que tenías.
No importa a dónde lleve este amor, no necesita tener éxito porque ya ha logrado su propósito.
Después de un tiempo, solo quedan los recuerdos más intensos, y estos son recuerdos de tus propios sentimientos, de emoción.
Recordarás más el momento en que tu amado te conquistó, te amó, te abrazó, lo que te hizo sentir único, amado importante, que las peleas estúpidas, los engaños, los malentendidos.
Porque lo que es verdadero en el amor sobrevive y permanece. Tiene poder y no cambia. Es tuyo, para siempre. El cuerpo recuerda el amor con cada célula. Un día podrás disfrutar de tus sentimientos, completamente despreocupado.
Te asombrarás de la capacidad de tu corazón para amar y dar, de su nobleza y ternura, y no necesitarás nada a cambio.
Cuando experimentas un amor no correspondido, te das cuenta de toda la profundidad del dolor, todos sus remolinos y lagunas, y lleva tiempo superar la pérdida. Porque este sentimiento de pérdida es como el sentimiento de perder a alguien para siempre. El corazón necesita tiempo para sanar.
Es más fuerte cuando sana, incluso con todas las cicatrices. Te da conciencia y confianza. Empiezas a entender las lecciones y notas patrones, los confrontas y te deshaces de ellos.
Esta tristeza no proviene solo de nunca haber experimentado ese amor, o de sueños que no se harán realidad. Además, también de lo que podrías tener con esta persona, pero no estabas destinado a estar con ella.
El dolor se irá y encontrarás el amor que te mereces. Y entonces inmediatamente sabrás lo que es el amor. Amor a través del cual creces y te desarrollas.