La lana es la reina del invierno: suave, cálida y elegante. Pero, ¿qué hacer cuando esos guantes o gorro de lana favoritos empiezan a mostrar signos de desgaste? Lavar lana es un verdadero arte, porque un solo paso en falso puede reducir tu ropa al tamaño de un juguete infantil. Aprende a mantener tus complementos de lana en perfecto estado y sin estrés.
Entendiendo la lana: ¿por qué es tan delicada?
La lana es una fibra natural obtenida del pelo de oveja, que tiene una característica especial: ob se encoge y espesa si no se lava adecuadamente, a medida que sus fibras se unen. Esto significa que un delicado trozo de lana puede convertirse en un ovillo duro y arrugado en poco tiempo. El problema se produce principalmente cuando la lana se expone al calor, la fricción o a productos químicos fuertes, por eso el cuidado de los productos de lana es tan específico.
La preparación es la clave.
Antes de lavar, tómate un momento para revisar la etiqueta de tu gorro o guantes. Muchas veces encontrará una etiqueta de lavado a mano o incluso una recomendación de que no es necesario ningún lavado, en cuyo caso la mejor solución es ventilar ligeramente al aire libre. Sin embargo, si los guantes ya están sucios, primero trate las manchas localmente con un detergente suave. Incluso puedes usar un champú para el cabello suave; ya sabes, la lana es como el cabello, solo que un poco más delicada.
¿Cómo lavar a mano los complementos de lana?
La mejor forma de limpiar los accesorios de lana es lavándolos a mano. Llene un fregadero o un recipiente grande con agua tibia: el agua caliente es el peor enemigo de la lana. Añade unas gotas de detergente o champú especial para lana y mézclalo suavemente con el agua. Sumerge suavemente el gorro y los guantes y déjalos en remojo durante unos diez minutos. Es importante no frotarlos ni rotarlos ya que esto crea fricción y puede hacer que la lana se pegue.
Cuando las piezas estén limpias, enjuágalas cuidadosamente en agua limpia. Asegúrese de eliminar todos los residuos de detergente, ya que esto puede causar irritación de la piel o dañar las fibras. En lugar de escurrir o enrollar los accesorios de lana, colóquelos sobre una toalla, enróllelos suavemente junto con la toalla para eliminar el exceso de agua y luego déjelos secar en posición horizontal.
¿Se puede lavar la lana en una lavadora?
Aunque lavarse las manos es seguro, algunas lavadoras modernas ofrecen programas especiales para lana. Si eliges esta opción, utiliza un programa frío o tibio para ropa delicada y un detergente especial para lana. Además, apague el ciclo de centrifugado, ya que este es el mayor riesgo de que la ropa se deforme.
Secado: el último paso hacia la perfección
La mayoría de los errores ocurren durante el secado. A la lana no le gusta colgar, ya que cuando se moja se estira y pierde su forma. En su lugar, coloque las piezas sobre una toalla limpia y déles forma suavemente hasta darles su forma original. El secado debe realizarse al aire, lejos de la luz solar directa o de elementos calefactores, ya que estos hacen que la lana se vuelva dura y áspera al tacto.
¿Cómo conservar la lana más tiempo que nueva?
Para mantener su lana suave y limpia en el futuro, considere tener cuidados adicionales. La lanolina, una sustancia natural contenida en la lana, la protege de la humedad y la mantiene flexible. Elija detergentes que contengan lanolina o agregue unas gotas de lanolina al agua de lavado. Una vez que tus accesorios estén limpios y secos, guárdalos en bolsas protectoras para protegerlos de las polillas.
Conclusión
Lavar gorros y guantes de lana no es complicado, pero requiere un poco más de paciencia y atención. Siguiendo estos pasos podrás despedirte de la preocupación de que tus accesorios de invierno favoritos se encojan o pierdan su suavidad. La lana es delicada, pero con un poco de amor podrás mantenerla hermosa por mucho tiempo.