Los radiadores a menudo se pasan por alto al limpiarlos, pero incluso un poco de polvo y suciedad pueden reducir significativamente su eficiencia. Si se pregunta cuál es la mejor manera de mantener sus radiadores funcionando de manera óptima y contribuir a tener un hogar más cálido y reducir los costos de calefacción, siga leyendo: esta es una guía paso a paso para una limpieza rápida y eficiente.
Regularmente limpieza de radiadores No es sólo un acto estético, sino una parte importante del mantenimiento del hogar, ya que afecta el flujo de calor y el consumo de energía. A continuación te damos algunos consejos sobre cómo limpiarlos de la forma más sencilla.
1. Preparación para la limpieza
Antes de limpiar, apague la calefacción. Si el radiador está caliente, déjelo enfriar, ya que limpiar un radiador frío no sólo es más seguro, sino también más eficaz. Prepara herramientas como una aspiradora, un cepillo suave, un paño de microfibra, un balde con agua y un detergente suave.
2. Eliminación de polvo y suciedad.
El primer nivel es eliminación de polvo. Utilice una aspiradora con un accesorio fino para llegar incluso a las partes menos accesibles del radiador. Preste especial atención a las áreas entre las nervaduras, donde le gusta acumular polvo. Si no dispones de un aspirador con el accesorio adecuado, utiliza un cepillo suave que eliminará suavemente el polvo sin dañar la superficie del radiador.
3. Limpieza con un paño húmedo
Después de quitar el polvo, continúa limpiando con un paño de microfibra húmedo. Humedezca ligeramente el paño con agua o un detergente suave para eliminar las manchas de grasa y la suciedad rebelde. Es importante no mojar demasiado el paño, ya que demasiada agua puede gotear en el interior del radiador y provocar oxidación.
4. Limpieza del interior del radiador
Si el radiador está muy sucio o si no se ha limpiado durante mucho tiempo, también puedes utilizar una solución de limpieza específica para radiadores. Limpie cuidadosamente el interior con una herramienta larga y delgada que llegue hasta las partes internas del radiador, donde el polvo puede esconderse durante meses o incluso años.
5. Extracción de aire del radiador.
Una vez que estés seguro de que el radiador está limpio, es recomendable que revises también las válvulas de aire. Con el tiempo, el aire se acumula en los radiadores, lo que hace que estos no calienten de manera uniforme. Abra la válvula y deje escapar el aire hasta que salga agua. Luego cierre la válvula nuevamente y asegúrese de que el radiador caliente toda la superficie de manera uniforme.
6. Termine la limpieza y reinicie
Finalmente, asegúrese de que todas las piezas del radiador estén instaladas correctamente y limpie las manchas restantes si es necesario. Enciende la calefacción y comprueba que el radiador funciona de forma óptima. La limpieza regular de los radiadores no sólo contribuye a una mejor calefacción, sino que también reduce la cantidad de alérgenos en el aire, ya que reduce la cantidad de polvo que, de otro modo, entraría en la habitación.
Aunque limpiar los radiadores puede no parecer una necesidad, el mantenimiento regular puede mejorar la eficiencia de la calefacción y reducir los costos de energía. Sólo unos minutos al mes serán suficientes para que su hogar sea más cálido y el aire más limpio. Esto le ahorrará dinero y al mismo tiempo contribuirá a un ambiente más saludable en su hogar.