¡Un truco usado por chefs profesionales que realmente funciona!
La grasa y las manchas quemadas son un fenómeno común que ocurre y permanece en los platos al cocinar u hornear. A veces frotas y frotas y todavía está sucio.
Pero todo lo que necesitas son algunas cosas que ya tienes en casa y sin esfuerzo los platos volverán a estar limpios, ¡es muy sencillo!
Espolvorear toda la superficie del recipiente con bicarbonato, y luego verterlo con llano vinagre blanco.
Todo hará un poco de espuma. Déjalo en remojo durante diez minutos.
Después de este tiempo, vierta el bicarbonato de sodio y el vinagre y ponga un poco de detergente para lavar platos en el plato y sumérjalo en agua caliente.
Dejalo reposar por otros 20 minutos, luego limpie con una esponja.
Te sorprenderás cuando veas que todas las manchas han desaparecido y ¡El plato quedará como nuevo!