Cuando alguien que ya te ha lastimado te pida una segunda oportunidad, pregúntate: ¿Por qué me fui en primer lugar? ¿Qué me dolió entonces? ¿Estoy dispuesto a correr el riesgo de que vuelva a suceder?
En la vida, a veces te enfrentas a decisiones difíciles. Una de esas es cuando alguien a quien alguna vez amaste te pide una segunda oportunidad.
En esos momentos, los sentimientos de nostalgia, duda y esperanza pueden abrumarte. Quizás recuerdes todos los buenos momentos, las risas y el amor que compartieron.
Antes de dar un paso atrás, deténgase y piense por qué se fue en primer lugar.
Recuerda esas largas noches en las que permaneciste despierto preguntándote por qué las cosas no eran como deberían haber sido. recuerda las lagrimas, que se publicó debido a promesas incumplidas. Piensa en momentos en los que te sentiste inferior, despreciado o incluso solo, a pesar de que él estaba a tu lado. Estos momentos no fueron inventados. eran reales y dolorosos.
Recuerda cuánto diste de ti mismo para que tu relación funcionara.
Recuerde lo duro que trabajó y cuántos compromisos hizo. Pregúntate si su amor fue tan fuerte y genuino como el tuyo. ¿Estaba dispuesto a sacrificar tanto como tú? ¿Estaba dispuesto a trabajar en sí mismo para mejorar su relación?
No olvides que te fuiste por una razón. Te fuiste porque creías que merecías más. Mereces estar con alguien que te respete, aprecie y ame incondicionalmente. Alguien que no te dará por sentado y hará todo lo posible para hacerte feliz.
Puede suceder que las personas cambien, se den cuenta de sus errores y se esfuercen por mejorar. Pero ten cuidado que no caes en una trampa repitiendo el pasado.
Tienes que mirar muy dentro de ti y preguntarte si crees que esto es un cambio. real y duradero. ¿Está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar su confianza? ¿Estás listo para arriesgarte y abrir tu corazón nuevamente?
No dejes que los sentimientos de culpa o presión te convenzan de tomar una decisión que no es a tu favor. Tu felicidad y tranquilidad son lo primero. Si decides darle una segunda oportunidad, debe ser porque creas que es lo mejor para ti, no porque te sientas obligado o tengas miedo de estar solo.
Eres una persona que merece amor basado en la confianza, el respeto y la comprensión. Si vas a dejarlo regresar a tu vida, debes estar seguro de que él puede proporcionártelo.
Recuerda cómo te sentiste cuando te fuiste por primera vez.
Recuerda la sensación de alivio cuando finalmente tomaste la decisión de seguir adelante sin él. Recuerda la fuerza que encontraste dentro de ti cuando decidiste ponerte a ti mismo en primer lugar. Ese poder todavía está dentro de ti. No dejes que tu soledad o nostalgia actual te cieguen a la realidad.
Cuando te pide una segunda oportunidad, es importante no lo dejes solo en palabras. Las palabras pueden ser agradables y prometedoras, pero lo que realmente cuenta son las acciones. Vea lo que está dispuesto a hacer para recuperar su confianza. Mira cómo se comporta y cómo trata a los demás. ¿Está realmente dispuesto a esforzarse para que su relación funcione?
Piensa en el futuro que deseas
¿Quieres un futuro en el que te sientas seguro, amado y apreciado? ¿Quieres un futuro en el que te preguntes constantemente si esta vez será diferente? Se honesto contigo mismo. Pregúntese si está dispuesto a arriesgar su corazón nuevamente.
Pero si decides ir Sigue sin él, siéntete orgulloso de ti mismo.. Orgulloso de que seas lo suficientemente fuerte como para elegir tu propia felicidad. Orgulloso de ser lo suficientemente valiente como para defenderse a sí mismo y a sus valores. Recuerda que eres digno de un amor que no te hará daño, sino que te fortalecerá e inspirará.
No importa el camino que elijas, asegúrate de hacerlo por amor a ti mismo. Porque lo mereces. Mereces un amor que te haga feliz, no herido. Mereces un compañero que sea tú. respetado, apreciado y amado como te mereces.