Cuando descubrí que él estaba con ella ahora, una ola de dolor que no podría haber predicho se apoderó de mí. No fue sólo un simple cambio de pareja, fue la sensación de que me habían borrado de su vida, como si nunca hubiera tenido un lugar importante en su corazón. Ver continuar mi vida anterior con otra mujer era como observar mi propia historia desde un punto de vista distante, sin posibilidad de influencia.
Ingenuamente creí que yo era única para él, algo especial. Quizás incluso irremplazable. Pero el momento en que supe de ella disipó esas ilusiones. No se trataba de comparar apariencias o cualidades; se trataba de saber que no era yo quien podía elegir cuando las cosas se ponían difíciles. Esta comprensión dejó profundas cicatrices en mi corazón.
Cuando lo vi con ella, el mundo se detuvo por un momento. Se quedaron allí, sonriendo como si estuvieran completamente sincronizados, mientras yo observaba en silencio desde las sombras. Siempre creí que si me esforzaba lo suficiente, podría conservarlo, que sería lo suficientemente hermosa, lo suficientemente perfecta, que él se quedaría conmigo. Pero no me di cuenta de que su corazón ya se había ido antes de que cerrara la puerta detrás de él.
Lo que más me duele es que todavía creía en nosotros, incluso cuando hacía tiempo que nos habíamos ido. Horas, días, años tratando de hacer las cosas bien, sólo para verlo ahora reemplazarme por ella, como si yo fuera solo una de las muchas paradas en su viaje. Pero ella… ella fue quien logró traerlo a casa.
Pensé para mis adentros que él me amaba por mi energía, mi sonrisa, por todo lo que traje a su vida. Pero ahora veo que él estaba buscando algo más, algo que yo no podía ser. Duele cuando te das cuenta de que no eres suficiente, por mucho amor que le pongas, por mucho que lo intentes. No se trataba de ganar o perder. Es que ambos estábamos perdidos hace mucho tiempo, pero fui yo quien no supo despedirme.
Quizás yo no era la persona adecuada para él. Quizás nunca podría haberlo sido. Y eso es lo que estoy tratando de aceptar ahora: que a veces el amor es imperfecto, está lleno de grietas que no puedes reparar, por mucho que lo desees. Ella es donde una vez estuve y, aunque me ha roto, poco a poco estoy comprendiendo que puede ser parte del camino hacia mi propia libertad.