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Dieta por la nariz: Aromas científicamente probados que matan el hambre al instante y salvan tu figura.

Dieta por la nariz: Aromas científicamente probados que matan el hambre al instante y salvan tu figura.

Foto: Katja Ferenga / Aiart

Son las 10 p. m. Netflix te pregunta si "sigues ahí", y tu mano, lentamente, con la autonomía de una fuerza extraterrestre, busca esa bolsa de papas fritas o la barra de chocolate que te has estado "escondiendo". Para. No necesitas un temporizador en tu refrigerador, ni la voluntad de hierro de un monje tibetano. Solo tienes que respirar hondo. Literalmente. La ciencia finalmente ha confirmado lo que los delgados parisinos probablemente saben intuitivamente desde hace siglos: la nariz es el atajo hacia la delgadez. Así que... ¡dieta por la nariz!

Dieta ¿¡Por la nariz!? Parece una tontería o al menos una estafa. Ventas de televisores¿Verdad? Normalmente, el olor a croissants recién horneados nos tienta a pecar, no nos disuade. Pero la neurobiología es algo maravilloso y a veces paradójico. La investigación, incluida la dirigida por Dr. Alan Hirsch desde la fundación Tratamiento del olfato y el gusto y la Fundación de Investigación en Chicago, han confirmado una conexión directa entre nuestro sistema olfativo y el hipotálamo, la parte del cerebro que controla la sensación de saciedad.

Cuando hueles ciertos aromas, tu cerebro recibe una señal de que realmente has comido ese alimento. Es un sofisticado truco biológico llamado "saciedad sensorial específica". Convences a tu cerebro de que ya has ingerido suficientes calorías sin siquiera abrir la boca. Si lo hueles durante suficiente tiempo (las investigaciones sugieren un umbral crítico de dos minutos), se activan hormonas que le dicen a tu cuerpo: "¡Ya basta!". ¿Quién hubiera pensado que el aire se convertiría en nuestro refrigerio dietético favorito?

Vainilla: La dulce salvadora del azúcar

Foto: Katja Ferenga / Aiart

Esta es probablemente la información más impactante para todos los "chocoadictos". Podrías pensar que el olor a vainilla provoca un antojo irresistible de pastel, pero estudios clínicos demuestran lo contrario. En el Hospital St. George de Londres, se llevó a cabo un experimento bajo la dirección de Catherine Collins, la nutricionista jefe, en el que los participantes usaron parches con aroma a vainilla. El resultado fue sorprendente: sus antojos de chocolate y dulces disminuyeron drásticamente y perdieron mucho más peso que los del grupo de control.

El aroma fuerte y dulce de la vainilla suprime el apetito porque es tan intenso que satisface rápidamente el centro de placer del cerebro. Consejo para el hogar: Invierte en una vela de calidad con aroma a auténtica vainilla bourbon. Cuando sientas un subidón de azúcar después de cenar, enciende una vela. Tu salón olerá a pastelería parisina y tus caderas estarán a salvo.

Manzana verde y plátano: Ensalada de frutas para tu nariz

Dr. Alan Hirsch En uno de sus estudios más famosos con 3000 voluntarios, descubrió un patrón interesante: quienes inhalaban el aroma de manzanas verdes o plátanos cuando tenían hambre perdían más peso que quienes no lo hacían. Estos aromas neutros pero dulces calman el apetito. Cuanto más los inhalaban, más peso perdían.

Claro, esto no significa que tengas que andar por tu apartamento con una cáscara de plátano pegada a la nariz (aunque sería una interesante declaración de moda para las reuniones de Zoom). En su lugar, busca aceites esenciales naturales o fragancias para el hogar con estas notas. Si tienes un bol de manzanas verdes frescas en la cocina, no solo servirán como decoración, sino como una primera línea de defensa contra los excesos.

Chocolate negro: la paradoja de todas las paradojas

Aquí es donde la cosa se pone realmente divertida. Todos sabemos que el chocolate negro es saludable con moderación, pero un estudio publicado en la revista Regulatory Peptides reveló que a veces es mejor olerlo que comerlo. El olor del chocolate negro (hablamos del que tiene al menos un 85 % de cacao) reduce los niveles de grelina, la hormona del hambre. Esto también... dieta por la nariz.

Se trata de la saturación olfativa. El olor es tan rico y complejo que el cerebro dice: "Vale, ya entiendo, tenemos chocolate, no más". Tener una botellita de aceite esencial de cacao a mano, o simplemente respirar profundamente el aroma de un trozo de chocolate antes (quizás) de comerlo, puede reducir a la mitad el deseo de comer la barra entera.

Menta y pomelo: estado de alerta y metabolismo

A veces comemos no porque tengamos hambre, sino porque estamos cansados o estresados. Un estudio de la Universidad Jesuita de Wheeling descubrió que inhalar menta cada dos horas reducía la ingesta calórica hasta en un 23 %. Su aroma mentolado es tan intenso y refrescante que puede calmar los antojos de alimentos grasos o salados.

Pero si quieres acelerar tu metabolismo, recurre a los cítricos. Investigadores de la Universidad de Osaka, Japón, descubrieron que el aroma del pomelo activa el sistema nervioso simpático, lo que acelera la quema de grasa y reduce el apetito. Mientras que la lavanda relaja (y a veces aumenta el apetito), el pomelo te energiza. Por eso, un difusor con aceite de menta o pomelo en tu sala de estar es tu mejor opción para evitar los picoteos nocturnos.

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