¿Tienes problemas para dormir? ¿Estás cansado aunque hayas podido dormir? Bienvenido al mágico mundo de la adultez, donde dormir ya no es algo que se da por sentado, como la curiosidad de un niño. Pero tranquilo, la ciencia tiene las respuestas para que puedas recuperar tus noches. Y lograr un buen descanso.
¿Tienes problemas para dormir? ¿Recuerdas esos días en que te dabas la vuelta en la almohada y ¡zas! Te despertabas por la mañana lleno de energía, listo para mover montañas. ¿Y ahora qué? Dormirse es un logro en sí mismo, y dormir toda la noche sin despertar es casi un milagro. Y no, no es solo un capricho de la naturaleza ni que "los nacidos en 1965 tienen más dificultades para dormir". Hay muchas explicaciones científicas para tu nueva relación con el sueño, ¡y una solución! ¡Conquistemos el sueño de nuevo!
¿Por qué el sueño ya no es lo que era con la edad? - ¿Duermes mal?
El reloj biológico está desorganizado
En el centro de tu cerebro se encuentra el núcleo supraquiasmático, tu Big Ben interior, que coordina tu ritmo de sueño-vigilia. A medida que envejeces, este "director maestro" pierde su agudeza y se vuelve... digamos, más artístico. ¿El resultado? Dormirse a las 6 p. m. y luego permanecer despierto hasta las 3 a. m., como un vampiro con netflix Adicción. ¿Tienes problemas para dormir? Sigue leyendo.
¿Melatonina? ¿Dónde te fuiste?
Con el tiempo, el cuerpo produce menos melatonina, esa hormona mágica que antes nos mantenía despiertos. tren camaMenos melatonina implica más dificultad para conciliar el sueño, un sueño más superficial y fases de sueño profundo más cortas. Y sin un sueño profundo, el cuerpo nunca se desconecta del todo; simplemente descansa a medias, como un teléfono conectado a un cargador roto. Por eso es útil tomar suplementos de melatonina en la vejez. Está disponible sin receta en muchos países. Si tienes problemas para dormir, la melatonina es una solución.
Medicamentos y enfermedades: compañeros de cama desagradables
Con la edad vienen varias "ventajas": artritis, micción frecuente, hipertensión, problemas cardíacos, enfermedades neurológicas... Y con ellas, un ejército de medicamentos que no favorecen precisamente el sueño. Algunos te despiertan, otros interrumpen tus ciclos de sueño, pero lo que todos tienen en común es que te roban un descanso de calidad.
Ansiedad: un perturbador silencioso pero ruidoso
A medida que envejecemos, aumenta la cantidad de pensamientos nocturnos. Sobre la salud, los hijos, el futuro, las pérdidas... Y nuestro sistema nervioso simpático (que no es muy simpático cuando funciona en el momento menos indicado) cree que estamos en peligro. ¿El resultado? Nuestro cuerpo está en alerta, pero el sueño se retrasa.
¿Duermes mal? Aquí te decimos cómo puedes volver a dormir como un bebé (bueno, como esos raros bebés que duermen de verdad).
Busca el sol por la mañana La luz reinicia el reloj interno. Sí, incluso los cielos nublados cuentan.
Moverse durante el día. – El ejercicio favorece el sueño, pero finalice su “fitness” a más tardar 2 horas antes de acostarse.
Tardes sin pantallas Apaga la tele y el teléfono una hora antes de acostarte. Te recomendamos un libro (¡que no sea de suspense!).
Establecer un ritual para la hora de dormir Acostarse y despertarse a la misma hora. Incluso los fines de semana. Sí, lo sabemos…
Tarde sin café – o cualquier cosa que contenga cafeína. Sin excusas.
Relajarse – ejercicios de respiración, meditación, un baño caliente… Básicamente cualquier cosa que te saque de tu cabeza y te lleve a tu cuerpo.
Cuando nada ayuda...
Si ningún método funciona y te encuentras luchando con tu cerebro cada noche, es hora de consultar a un especialista en sueño. No porque estemos exagerando, sino porque dormir es... base La salud es tan importante como la dieta y el ejercicio. Dormir mal afecta la memoria, el sistema inmunitario, el estado de ánimo y, como ya habrás adivinado, la esperanza de vida.
No dejes que la edad te robe tu hábito nocturno favorito: un sueño de calidad.