En el evento más importante del mundo de la pasta, el Campeonato Mundial de Pasta, 21 chefs de renombre internacional compitieron por el codiciado título de campeón mundial. Matjaž Cotič estuvo a punto de conseguir el primer puesto, aunque podría decirse que por los espaguetis más finos, pero regresó a Eslovenia con una envidiable medalla de plata.
No todas las pastas son iguales
Se podría decir que cualquiera puede cocinar pasta. De hecho, no es una habilidad culinaria especialmente exigente y suele ser uno de los primeros platos que aprendemos a preparar, ya que se cuece de forma sencilla y rápida en agua hirviendo con sal. ¿O sí? Preparar la pasta perfecta —una que no sea ni demasiado blanda ni demasiado dura, que no se pegue, que tenga la cantidad justa de sal y que la acompañe con salsas que la elevan a la cima culinaria— requiere un poco más. Como cualquier italiano orgulloso te dirá, la pasta es mucho más que comida. Es amor, pasión, pasar tiempo con la familia y los amigos, un ritual, una tradición que se transmite de generación en generación. Y solo unos pocos chefs consiguen elevar la preparación de la pasta a un arte.
Matjaž Cotič: el nombre que la pasta trajo al mundo culinario internacional
Uno de ellos es Matjaž Cotič, un destacado chef esloveno, que entre sus mayores éxitos profesionales se encuentra su inclusión entre los tres mejores chefs de pasta del mundo. Matjaž fue miembro de la selección nacional eslovena y actualmente trabaja como jefe de cocina en un restaurante de Liubliana. En el Campeonato Mundial de Pasta de este año en Parma, impresionó al jurado con su pasta con un toque del Karst y el mar, obteniendo el segundo puesto en la prestigiosa competición.

El campeonato, el cuarto consecutivo, patrocinado por el fabricante italiano de pasta Barilla, rinde homenaje al plato italiano más popular del mundo y promueve la cultura gastronómica italiana. Los organizadores se enorgullecen de que la pasta no solo sea un ingrediente clave de la cocina italiana, sino también un símbolo de la sólida conexión y el diálogo entre diferentes países y culturas. El evento está organizado por la Academia Barilla, un centro internacional dedicado a la cultura gastronómica italiana y un punto de encuentro para los representantes más cualificados de la gastronomía y los amantes de la comida y la cultura italianas de todo el mundo.
Barilla continúa la larga tradición de los mejores
Barilla se fundó en Parma en 1877. 130 años después, no solo es una empresa italiana líder, sino también global, un símbolo del saber hacer y la tradición italianos. Representa la pasión, el estilo de vida, la cultura y el arte italianos, y elabora algunos de los platos más apreciados, diversos y deliciosos del mundo.
Matjaž Cotič ha colaborado con Barilla en varias ocasiones en diversos eventos, convirtiéndose así en una especie de embajador del "amor de Barilla por la pasta" en Eslovenia.






