Sé feliz sin importar las expectativas y lo que digan los demás. Nunca delegues la responsabilidad de tu felicidad a otra persona... Así serás feliz.
Veamos la historia.
A una mujer se le preguntó:
"¿Tu esposo te hace feliz?"
En ese momento, el hombre se enderezó con orgullo. Sabía que su esposa diría que sí porque nunca se quejó. Sin embargo, la esposa respondió a la pregunta en voz alta. "No. No, mi marido no me hace feliz".
El esposo estaba confundido, pero su esposa continuó: "Mi esposo nunca está y no me hace feliz. Yo estoy feliz. Y si soy feliz o no, no depende de él; Soy la única persona de quien depende mi felicidad. Decidí ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, porque si mi felicidad dependiera de otra persona, cosa o circunstancia, tendría serios problemas.
Todo en esta vida está en constante cambio: el hombre, la riqueza, mi cuerpo, el clima, las alegrías, los amigos, mi salud física y mental. Podría seguir y seguir...
Soy feliz pase lo que pase. Tanto si tengo mucho como si tengo poco, soy feliz. ¿Voy al pueblo o me quedo en casa? ¡Estoy feliz! Ya sea rico o pobre, ¡soy feliz!
Estoy casado, pero era feliz cuando era soltero.
Estoy feliz por mí mismo.
Hay gente que dice: "Hoy no puedo ser feliz porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque hace mucho frío, porque alguien me insultó, porque alguien me dejó de querer, porque No sé cómo comportarme me gusta porque mis hijos no me hacen feliz, porque mis amigos no me hacen feliz, porque mi trabajo es mediocre, etc.”
amo mi vida no porque mi vida sea más fácil que la vida de los demás, sino porque decidí ser feliz como persona. Soy responsable de mi propia felicidad.
Cuando le quito esa obligación a mi esposo oa cualquier otra persona, los libero de la carga. Hace la vida más fácil para todos”.