Encuentra pedacitos de tu imperfección en mí.
No te enamores de mi sonrisa, enamórate de mis lágrimas. En las lágrimas y en las historias que fluyen de ellas. Ojalá alguien pudiera entender el dolor que se esconde detrás de cada lágrima.
No quiero que alguien se enamore de mis palabras, quiero que alguien se enamore de mi silencio. En los pensamientos que me persiguen cuando el mundo se queda en silencio y la habitación se oscurece. En los momentos en que mi mente comienza a cuestionar todo lo que está bien y lo que es diferente. En pensamientos que me preguntan sobre la realidad, sobre los sueños, sobre la esperanza, sobre todo. Y entonces sé que necesito a alguien que me enamore con el eco de mi silencio y la confusión en mi mente.
No te enamores de mi rostro, enamórate de mis ojos para aprender su lenguaje secreto. Quiero que alguien entre en ellos sin miedo y vea el mundo a través de mis ojos. Verá cómo lo miro, cómo lo amo.
Enamórate de mis palabras. Las palabras que hablo en voz baja. Las palabras que escribo. Las palabras que uso cuando no sé qué decir y en todas esas palabras que deambulan por mi mente buscando respuestas a preguntas sin respuesta.
Enamórate de mi locura. Para mi sorpresa. En mis expectativas, miedos. En Esperanza. En la incertidumbre. En momentos de expectativas poco realistas. En mis sueños idealistas. Quiero que veas la sencillez en mi complejidad y la sabiduría en mi locura.
Enamórate de mis heridas. Enamórate de mis cicatrices porque me hicieron quien soy hoy. Me ayudaron a crecer. En esas cicatrices donde se guardan los pedazos de mis sueños rotos y pedazos de mi corazón herido. Son la razón por la que tengo cuidado, que no me fío de todo el mundo, que busco personas que me muestren su vulnerabilidad y que no se escondan tras una máscara de falsa felicidad.
Me hacen seguir amando incluso cuando duele. Son la razón por la que sigo creyendo en alguien especial y serán la razón por la que entenderé tus cicatrices. Dolor oculto en ellos. Los enumeraremos juntos con amor, respeto y confianza. mía y tuya.