Cuando crezcas, todo el mundo te dice que sabrás de inmediato cuando encuentres a la persona adecuada con la que estar para siempre. Pero eso no sucede a menudo. Todos sabemos que nada en la vida, especialmente en el amor, es realmente un camino recto. Pero, ¿hay alguna manera de saber si alguien es el amor de nuestra vida? La respuesta es sí, aunque la mayoría de la gente no se da cuenta.
La persona con la que tienes más química no es el amor de tu vida.
La persona que te dice que es tu alma gemela no es el amor de tu vida. La persona que encaja en todos los puntos de tu lista de pareja ideal no es el amor de tu vida. La persona con la que tienes sexo increíble no es el amor de tu vida. La persona con la que has estado saliendo durante años no es el amor de tu vida.
Solo hay una forma de saber que alguien es verdaderamente el amor de tu vida, y es si te convierte en la mejor versión posible de lo que puedes ser. Esto es lo que separa las relaciones terribles de las excelentes, porque la química generalmente no es un indicador verdadero.
No se trata de quién es esa persona, se trata de qué tipo de persona te hace esa persona.
El amor de tu vida es la persona con la que te sientes más cómodo, con quien sientes que puedes estar, en cualquier lugar. Es alguien que te hace sentir amado por lo que realmente eres.
Cuando eres amado en este nivel, te transformas en la mejor versión posible de ti mismo. Esto es lo que hace que alguien sea el amor de tu vida y nada menos.
La química es realmente muy fácil de conseguir. Si este es tu criterio, tendrás mil almas gemelas en tu vida. Muchas personas son atractivas a primera vista y pocas tienen la capacidad de amarte por lo que eres.
El amor de tu vida no es alguien en quien inviertes todo tu tiempo, energía y recursos. No se convierten en tu vida. Es la persona que camina a tu lado, por caminos separados pero compatibles, que te inspira y te da una sensación de libertad para hacer todo lo que siempre has soñado, para ser todo lo que siempre has querido ser.
Esto es lo que realmente distingue a un alma gemela de los demás, en lugar de solo invertir en la relación, también puedes invertir en ti mismo.
En una relación feliz, tienes que enfrentar tus creencias y apegos inconscientes, así como tus miedos y suposiciones. Debes liberarte de lo que te ha estado reteniendo.
Este es el propósito que las relaciones tienen en la vida. No para distraerte de lo que podrías ser, sino para ayudarte a convertirte en todo lo que ya eres.
