Durante años, el rímel negro se consideró casi un mandamiento religioso. Icónico, dramático y atemporal, definió el look de generaciones, desde Audrey Hepburn hasta Kim Kardashian. Era un aliado silencioso en largas tardes, reuniones matutinas y todo tipo de citas. Pero en 2025, la belleza se mueve en una dirección diferente. No se aleja de la elegancia, sino que se dirige hacia su reinterpretación.
Parece tener rímel negro, un antiguo intocable. reina de las pestañas Este año, el rímel marrón es una seria competencia. Y no, no es solo una tendencia actual, sino una redefinición del glamour sutil.
El minimalismo en el maquillaje ya no se limita a la piel; ahora toca la esencia misma de las pestañas. Una nueva generación de usuarias y maquilladoras está abriendo la puerta a un enfoque más suave y sutil, donde la intensidad ya no es un requisito para la expresividad. Y aquí es donde se está produciendo un cambio discreto: la máscara negra está perdiendo su papel principal, reemplazada por la máscara marrón, que en lugar de desafiar, pone el foco en... echar un vistazo – discreto, pero sin duda perceptible.
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Un cambio impulsado por las celebridades, la Generación Z y una nueva filosofía de belleza
Los maquilladores de las principales casas de moda llevan varias temporadas insinuando que los enfoques clásicos del maquillaje están pasando a un segundo plano. La Gala del Met de 2025 fue quizás la última prueba que el mundo necesitaba: pestañas sin excesivo dramatismo, con una definición casi etérea, reemplazaron las capas excesivas de negro. Sofia Richie, Hailey Bieber y Pamela Anderson desfilaron por la alfombra roja con looks que eran todo menos aburridos: eran el lujo redefinido.
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Hay un cambio cultural tras este cambio: la Generación Z rechaza la idea del maquillaje como armadura y prefiere usar productos que complementen la belleza natural. La máscara de pestañas marrón, que ahora domina el mercado, sigue esta filosofía hasta la última pestaña. En lugar de contraste, ofrece armonía; en lugar de dramatismo, una sensación de ligereza. Y aunque su efecto es sutil, es visualmente impactante.
Un éxito para tonos más brillantes y pieles maduras.
Una de las principales ventajas del rímel marrón es su capacidad para integrarse a la perfección con diferentes tipos de piel y colores de ojos. Mientras que el rímel negro puede parecer agresivo en pieles claras o con trazos más suaves, la nueva fórmula suaviza el rostro y crea una transición más natural entre ojos, cejas y piel. Esto no es solo un truco estético, sino también una estrategia óptica: los ojos parecen más grandes, las pestañas más largas y la mirada más descansada, sin el efecto de sobrecarga.
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La piel madura, que con el tiempo pierde tensión y uniformidad, consigue la definición perfecta con el rímel marrón, sin acentuar las texturas indeseadas. Se acabaron los pigmentos que se desintegran en las líneas de expresión. En su lugar: una ligera capa de elegancia que actúa como un filtro en la vida real.
Una mirada que habla sin maquillaje
Si buscas una máscara de pestañas que capture el estado de ánimo del momento, elegir una máscara marrón sería la traducción perfecta de la concepción moderna de la belleza: discreta pero efectiva. Su verdadero poder reside en que actúa como una extensión de tu propia belleza, no como un encubrimiento, sino como una mejora. El subtono de color de la fórmula (ya sea chocolate cálido o harina fría) se adapta ópticamente al iris, acentuándolo sutilmente. Los ojos azules y verdes brillan con un nuevo contraste, mientras que los ojos marrones adquieren una dimensión que el negro a menudo absorbe.
Esta ya no es una máscara que compite con el rubor, la sombra de ojos o el delineador. Es una máscara que deja que el resto del maquillaje respire. Y eso, en 2025, es la nueva forma de lujo: invisible, pero sutilmente presente.
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El mundo de la moda ha hecho una elección clara: y la respuesta son unas pestañas con carácter.
Cuando la belleza se convierte en una herramienta de expresión en lugar de un disfraz, todo empieza por los ojos. El rímel marrón no es solo un sustituto del negro: es una declaración de confianza, ternura y un estilo reflexivo. Es un producto que no sigue las tendencias, sino que crea espacio para nuevas reglas.
Para quienes aún dudan, este es un reto sencillo: cambien el negro por una semana. Sin predicciones ni expectativas. Simplemente observen cómo cambia su perspectiva y la de los demás. Quizás redescubran lo que significa lucir presentable sin maquillaje.
Selección del editor: Para un efecto óptimo, usa una máscara con ingredientes nutritivos (por ejemplo, pantenol o aceite de ricino) y un cepillo que separe, no solo aplique. Para usar durante el día, recomendamos una sola capa. Para un efecto nocturno, ilumina ligeramente las pestañas inferiores, pero esta vez sin el negro, por favor.