Cuando pensamos en pasta, solemos pensar en ella como un plato rápido y sencillo que supone una gran solución cuando no tenemos tiempo para comidas complejas. ¿Estás preparando tu pasta de la manera correcta?
Quizás, como la mayoría de la gente, estés convencido de que la pasta es algo que simplemente tírelo en agua hirviendo y al cabo de unos minutos ya estás disfrutando de una deliciosa comida. Pero detrás de este sencillo proceso hay mucho más de lo que piensas. Pasta mal preparada pueden aportarle calorías adicionales inesperadas.
El secreto de su óptima preparación reside en pequeños detalles – como medidas precisas, tiempo de cocción y combinación correcta con otros alimentos.
Si las porciones son demasiado grandes o mal cocinadas, puede consumes mucho más de lo que te gustaría. Y no solo eso, si la pasta no se prepara correctamente, puede perder su textura ideal, lo que hará que el plato no quede todo lo sabroso que podría ser.
Medición correcta de las porciones
Mucha gente comete un error básico al cocinar pasta al no separar la miel. los secos y cocido pastas.
El peso de la pasta seca suele estar indicado en el paquete, pero aumenta después de la cocción, ya que la pasta absorbe agua. Por ejemplo, 75 gramos pasta seca se convierte en unos 180 gramos después de la cocción pasta cocida.
Esto significa que si no prestamos atención a la cantidad pasta seca, que se pone en la olla, después de la cocción, la porción puede volverse significativamente mayor, lo que puede provocar el consumo de más calorías de las que pretendíamos. Es importante pesar con precisión la cantidad antes de cocinar. pasta seca, para prevenir el exceso de ingesta calórica.
Efecto de la cocción sobre el valor calórico.
La pasta absorbe agua durante la cocción y por tanto aumenta de volumen, pero esto no significa que su valor calorífico reduce.
Un error que comete mucha gente es calcular mal las calorías en función del peso de la pasta cocida. La cantidad de calorías indicada en el envase se refiere a peso seco, por lo que es fundamental tener esto en cuenta al determinar sus porciones.
Por ejemplo, si el paquete indica que 180 gramos pasta cocida contiene una determinada cantidad de calorías, esto no se refiere al mismo peso pasta seca.
Consejos para controlar las porciones
Para evitar raciones excesivas y, por tanto, una ingesta excesiva de calorías, se recomienda utilizar una báscula de cocina. De esta forma, podrás controlar exactamente cuánta pasta comerás y evitar sorpresas desagradables en cuanto al valor calórico.
Además, puedes preparar pasta de una forma más saludable añadiendo vegetales y de proteínas magras, que te ayudará a llenarte con porciones más pequeñas. De esta forma mantendrás una comida equilibrada, rica en fibra y proteínas, pero a la vez más fácil de digerir y sin exceso de calorías.