Te presentamos una pastelería que sirve los mejores helados de Italia. Incluso si eso significa esperar en la fila durante mucho tiempo, vale la pena esperar.
¿Y cuál es la filosofía detrás del mejor helado de Italia? “Cuando compras helado en una tienda, compras un producto que se hizo hace medio año. Cuando entras en mi heladería, compras el helado que se hizo esa mañana". él dice Sergio Dondoli, el propietario Confitería Dondoli en un pueblo pintoresco san gimignano.
La pastelería se encuentra en la plaza Piazza della Cisterna de esta hermosa ciudad toscana, que es visitada por muchos turistas cada año. De lo contrario, esta pequeña pastelería sería bastante fácil de perder, si no hubiera una larga fila de personas esperando para probar el "supuestamente" mejor helado del mundo.
A veces esperarás unos 10 minutos, otras veces una hora y media. No te sorprendas por este hecho, ya que el mencionado helado suele ser elogiado en famosos programas de televisión gastronómicos y en las guías mundiales más importantes. En 2011, por ejemplo, Lonely Planet lo incluyó Los 10 mejores lugares para los amantes de la comida en el mundo.
¿Y por qué es el mejor helado de Italia?
La pastelería se hizo famosa gracias a las magistrales creaciones del propietario Sergi Dondoli, quien quedó fascinado por la preparación de helados de alta calidad desde una edad temprana y encontró inspiración en los ingredientes locales, olores y sabores increíbles. Durante 18 años viajó por Europa y adquirió conocimientos culinarios, y alcanzó la fama mundial en 1992, cuando abrió la ahora icónica pastelería en San Gimignano, conocida por combinaciones de ingredientes aparentemente incompatibles.
Hierbas aromáticas, vino toscano,…
Puedes sumergirte en sabores clásicos como el chocolate, la avellana o la fresa, pero también puedes probar algunas versiones de helado más inusuales. Digamos Crema de Santa Fina – helado de vainilla bourbon de Madagascar combinado con azafrán de San Gimignano y piñones de Pisa. También hay una crema pastelera de vainilla cremosa y ligeramente especiada. dolceamaro con un espolvoreado de hierbas aromáticas, enriquecido con aliño de chocolate a base de naranjas y café espresso, espolvoreado con avellanas y almendras. Los amantes del vino no deben perderse el sorbete Vernaccia del vino blanco toscano del mismo nombre o champelmo, que combina pomelo rosa y vino espumoso.
Pagarás entre 3 y 7 euros por una cucharada, dependiendo del tamaño deseado.