¿Estás luchando con una persona que no te devuelve la misma energía? ¿Te has encontrado en una relación en la que das todo y la otra parte guarda silencio? Pregúntate: ¿realmente vale la pena continuar con algo que te está agotando?
amar
¿Por qué algunas relaciones se desarrollan sin mayores problemas, mientras que otras se desmoronan a pesar de una fuerte atracción inicial? ¿Quizás llevas dentro de ti un cierto patrón de amor que repites?
¿Alguna vez has estado al borde de algo que podría haber sido amor, pero en el fondo sabías que no lo era? ¿Alguna vez has esperado a alguien que estaba físicamente allí, pero emocionalmente a años luz de distancia? ¿Alguna vez te has parado frente a una puerta que siempre estaba entreabierta pero nunca completamente abierta para ti?
Sí, lo eras. ¿Lo olvidaste?
¿El amor es verdaderamente incondicional o simplemente un juego de poder?
Amar. Una palabra que una vez pronuncié con tu nombre en mis labios. El sentimiento que llenó mi alma cuando me miraste, bueno, al menos cuando me notaste. Yo era tuyo. Con todo mi corazón, sin reservas, sin inhibiciones. Te di todo lo que era.
¿Por qué algunas relaciones amorosas no conducen al final feliz que deseas? Es posible que te encuentres en situaciones similares una y otra vez, lo que parece un círculo vicioso. ¿Errores en el amor?
¿Qué mantiene vivo el amor en el tiempo? ¿Por qué algunas parejas se desmoronan ante la menor prueba, mientras otras superan juntas cosas casi imposibles? La respuesta está en tres tipos clave de “química” que son el secreto para tener relaciones duraderas y satisfactorias. ¿Qué química es la más importante?
Desde hace mucho tiempo creo que el amor verdadero significa perseverar. Que si eres lo suficientemente paciente, si te esfuerzas lo suficiente, si te das lo suficiente, todo saldrá bien. Que las cosas mejorarán un día, que un día verás lo mucho que significas para mí y me amarás como yo te amé.
En las relaciones duraderas, suele ocurrir que la pareja olvide las pequeñas atenciones que llegaron espontáneamente al inicio de la relación. Pero son precisamente estas pequeñas cosas, como un abrazo inesperado, un cumplido sincero o la voluntad de escuchar, las que tienen el mayor poder. Son esas chispas que muchos echan de menos después de muchos años y que pueden dar nueva vida a una relación.
¿Alguna vez has conocido a un hombre que te confunde por completo con su brillo, ingenio y naturaleza impredecible, pero que también te encanta por completo? Si asentiste, es muy probable que este encantador y esquivo nazca bajo el signo de Acuario. Hacer el amor con él es como entrar en una dimensión diferente, donde las únicas reglas son la espontaneidad y la imaginación.
Todo comienza con la promesa de la eternidad: que él permanecerá, pase lo que pase. Pero a veces la puerta se cierra sin decir adiós, dejando tras de sí un vacío que llenas con la esperanza de que volverá. ¿Qué pasa si no lo hay?