¿Siempre con buen olor? Olvídate de los ambientadores caros y el plástico. Usa bicarbonato de sodio y aceite esencial como base, y luego, como guinda del pastel, te revelaremos un truco de un solo ingrediente para un inodoro que siempre huele bien, que ya tienes en tu baño. ¡Justo en el baño de tu pueblo!
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¿Un inodoro con aroma natural? ¿Cansado del mal olor en tu baño? Descubre un truco sencillo con dos expertos en cocina que convertirán tu inodoro en un templo de aromaterapia. Sin plástico, sin promesas exageradas, sin perfumes con nombres que parecen de película francesa de descuento.
¿Baño en un avión? ¿Cuál es el momento más fácil para encontrar un baño libre? Una estrategia que solo conocen los viajeros más experimentados.
Si crees que el bicarbonato de sodio es solo para repostería o "trucos de la abuela", este artículo podría hacerte verlo con nuevos ojos. De hecho, es uno de los milagros caseros más subestimados, sobre todo cuando se trata de limpiar ese rincón más problemático de la casa: el inodoro. Y no, no estamos hablando de otro truco casero que requiere tres horas de tiempo, siete ingredientes y mucha habilidad con tu propio sistema de plomería.
Todos queremos un baño con un aroma fresco, sin manchas y sin tener que llamar constantemente al fontanero. Pero en lugar de depender de limpiadores de inodoros con nombres complicados y advertencias aún más complejas, tenemos una solución prácticamente delante de nuestras narices: el bicarbonato de sodio. Este milagro casero ya no sirve solo para hornear pasteles o solucionar problemas estomacales. Ahora llega a otro rincón a menudo olvidado del hogar: el inodoro.
Si alguna vez alguien te ha visitado, entra al baño y pregunta, con demasiada diplomacia, "¿Qué es ese olor?", entonces sabes que tenemos un problema. Por mucho que trapees, rocíes y ventiles, hay un aroma particular que no desaparece. Sí, hablamos de orina. Ese olor persistente y molesto que puede convertir un baño en un pequeño infierno.
¿Alguna vez has mirado tu inodoro y has pensado: "Ni Harry Potter se atrevería a limpiar esto sin magia"? La cal bajo el borde del inodoro es un enemigo infame de un baño limpio: oculta, persistente y completamente ajena a los productos de limpieza clásicos. Pero no te preocupes, en este artículo te revelamos una receta que te hará sonreír. Y sí, sin químicos tóxicos ni callos en las manos.
En un mundo donde casi todas las superficies de nuestros hogares ya tienen su propio producto de limpieza especializado, a menudo con ingredientes impronunciables y un precio que merece su propia sección en el presupuesto familiar, olvidamos el poder de las soluciones simples. Si bien la mayoría de la limpieza se centra en lo que podemos ver, detrás de escena, en la taza del inodoro, a menudo se acumula lo que podemos sentir: sarro, olores desagradables y bacterias que no querríamos invitar a nuestro almuerzo. ¡Aquí es donde entra en juego el jugo de limón!
Limpieza del inodoro. Ugh, solo la frase suena como algo que preferirías posponer hasta la próxima semana... o la próxima vida. Pero a pesar de toda la tecnología moderna, las aspiradoras robot y las aplicaciones que controlan el hogar, el inodoro todavía no se limpia solo. Y si crees que una esponja húmeda es tu mejor aliado para eliminar esos pelos rebeldes y los anillos de polvo alrededor del asiento, piénsalo otra vez.
Olvídate de los sprays sintéticos y ambientadores artificiales. Con sólo dos héroes de la cocina, el bicarbonato de sodio y los aceites esenciales, transformarás tu baño en un oasis de frescura y relajación. En este artículo encontrarás proporciones exactas, instrucciones y trucos adicionales para obtener el máximo efecto. Entonces, aroma de baño casero.
¿Estás cansado del ambiente sofocante en tu baño? ¡Aprenda un truco genial con dos héroes de la cocina que convertirán su inodoro en un templo de aromaterapia!
Cuando pensamos en bicarbonato de sodio lo primero que nos viene a la cabeza es hornear. Tal vez los muffins ligeramente cursis que intentaste hornear durante la cuarentena, o el pan de la abuela con sabor a antaño. Pero esta discreta cosa blanca en una caja de cartón no es un simple ayudante de pastelería: es el verdadero James Bond del mundo de la limpieza: simple, pero mortalmente efectivo (para las bacterias, por supuesto).