¿Cómo se despide una mujer fuerte? ¡Con respeto por sí misma!
crecimiento personal
Cuando amamos a alguien, creemos que significa algo y que tiene futuro. Pero la vida a menudo no sigue las reglas que imaginamos.
En un mundo donde la velocidad prima sobre la salud y el "autocuidado" es solo otro #hashtag en Instagram, Japón sigue siendo un hermoso recordatorio de que una vida larga y saludable no es el resultado de un suplemento alimenticio milagroso, sino de decisiones diarias. Y estas las toman los japoneses no con dificultad, sino con respeto por su cuerpo, su entorno y su tiempo, sin estrés, sin pretensiones. Mientras la mayor parte del mundo busca la productividad, los japoneses eligen el equilibrio, la naturaleza y los rituales tranquilos que dan orden y sentido a sus días.
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¿Te despertaste cansado hoy, a pesar de haber dormido lo suficiente? ¿Tu cuerpo te avisa por la mañana que algo anda mal? ¿Y qué pasa con el alma? ¿Está tranquila o llena de inquietud? ¿Alguna vez has pensado que quizá no necesitas más energía sino más equilibrio?
¿Cuantas veces has amado a alguien que no te amaba? ¿Cuántas veces has intentado, comprobado, esperado y tenido esperanza? ¿Y cuándo fue la última vez que te miraste y te preguntaste: ¿por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué lucho por alguien que no puede amarme?
¿Alguna vez has pensado que el amor para ti ya no existe? ¿Que has pasado por demasiado, has visto demasiado, has dado demasiado?
Me enseñaste más de lo que esperaba. Fue con tus acciones, no con tus palabras, que construí el mundo que ahora llevo conmigo. Ninguna explicación, ninguna instrucción. Sólo con lo que eras.
Te cansas lentamente No en un solo paso, sino en miles de pequeños. Cuando das un poquito más cada día. Para ti mismo. Cuando superas los límites que te prometiste a ti mismo que nunca cruzarías. Cuando te quedas callado para evitar el conflicto. Cuando sonríes aunque sientas un desgarro en la garganta.
¿Por qué sigues pensando en alguien que ya te ha olvidado? ¿Por qué el dolor resurge aunque ya hayas aceptado la verdad? ¿Y por qué seguís buscando respuestas aunque sabéis que no os traerán paz? Quizás la respuesta no esté en ellos, sino en ti.
¿Por qué te encuentras en relaciones en las que guardas silencio sobre tus necesidades? ¿Esperas que alguien se fije en ti? ¿Hasta cuándo seguirás dándolo todo sin recibir nada a cambio?
¿Alguna vez has mirado tus heridas y te has preguntado por qué todavía duelen? ¿Cómo encontrar sentido al dolor que no desaparece? ¿Es posible que la mayor fuerza surja de las cicatrices?
En algún momento, simplemente lo sabes. Algo está mal. Pero te aferras a un recuerdo, a una idea, a un sentimiento que alguna vez significó todo.