joyas

Las personas liberan su ira, dolor y frustración de diferentes maneras. Una de las válvulas está maldiciendo. Aunque en principio no es socialmente aceptable, al menos no con niños y si se desempeña el papel de padre, muchos psicólogos han demostrado que decir malas palabras no sólo es un arrebato emocional inofensivo, sino también beneficioso para la salud. Pero esta vez no nos centraremos en las consecuencias sanitarias, sociales y psicológicas de maldecir, sino que les presentamos joyas para quienes les gusta maldecir.