¿Cómo proteger tus valiosas zapatillas de cuero (Nike Air Force 1, Adidas Stan Smith, Veja...) de daños? ¿Se pueden lavar en la lavadora? ¿Lavar zapatillas de cuero en la lavadora? ¿Sí o no?
Lavado
Separar la ropa es quizás uno de los secretos del hogar más olvidados, pero también uno de los más útiles. Sobre todo en una época en la que todos buscamos simplificar nuestras vidas y reducir las tareas domésticas. ¿Quién hubiera pensado que pensar dónde tiramos las toallas, camisetas y ropa interior puede marcar la diferencia en la durabilidad de nuestra ropa y la limpieza de nuestra colada?
Ya llegó el verano, suben las temperaturas, el sudor te resbala por la frente y tu edredón de siempre te devuelve el lujo del verano. Si al cambiar las sábanas pensaste: "Mi almohada antes era blanca como un pico alpino", no estás solo. ¿Cómo lavar tu almohada en la lavadora? Lavar la almohada no es solo un capricho estético, sino la clave para dormir mejor, reducir las alergias y sentirte como si hubieras pasado la noche en una habitación de lujo. A continuación, te mostraremos cómo recuperar esa blancura reluciente con clásicos de la cocina, sin químicos irritantes ni productos caros.
Tu almohada, esa cosa suave y aparentemente inocente que sostiene tu cabeza cada noche, guarda más secretos de los que crees. Si alguna vez te has preguntado por qué tu almohada, que antes era blanca como la nieve, ahora tiene un sutil tono amarillento (o no tan sutilmente), déjanos decirte: no estás solo. ¿Cómo lavar tu almohada?
Ah, esos vaqueros. Sí, esos que te abrazan justo donde deben y son como una segunda piel, solo que mucho más cómodos. Combinan con todo, resuelven crisis de moda y son tu salvación los lunes por la mañana. Así que es una pena tratarlos como ese viejo jersey de correr de 2011 al lavarlos. ¡Incorrecto!
Las toallas de baño son algo que usamos casi a diario sin prestarles mucha atención. Después de ducharnos, nos las enrollamos, las tiramos en el toallero, a veces en el suelo, a veces sobre la cama (¡qué horror!), y luego, siendo sinceros, las volvemos a usar. Y otra vez. Y otra vez. Hasta que empiezan a desprender un olor que nos hace saber que hemos pasado la línea de la limpieza.
Las sábanas de lino son el toque chic parisino por excelencia: lucen estupendas sin esfuerzo, incluso si parece que ni siquiera se han levantado de la cama por la mañana. Pero esa estética atemporal requiere un cuidado adecuado. Aquí tienes la guía completa.
Cuando un mini desfile de moda con prendas recién compradas se despliega lentamente en el probador, parece un cuento de hadas. Una camisa nueva que brilla de maravilla, esos vaqueros que por fin te quedan bien: ¡amor instantáneo! Y entonces te dices: "¡Ah, está nuevo, impecable!". Y ¡zas!, ya estás vestida y de camino a la ciudad.
La ropa blanca tiene uno de los mayores puntos débiles del mundo de la colada: parece que con solo mirar el cesto, pierde su brillante inocencia y se convierte en un recuerdo grisáceo del pasado. Sobre todo los calcetines blancos, esas víctimas inseparables de los paseos diarios por el apartamento, las escaleras, a veces incluso en el parque (bueno, sin querer). A pesar de lavarlos con regularidad y desearles buenos días a la lavadora, las manchas no parecen desaparecer. Y entonces llega el momento de desesperación: "¿De verdad necesito ropa blanca nueva cada mes?". La respuesta es: ¡no!
¿Alguna vez has lavado accidentalmente un pañuelo de papel con la ropa y has sentido como si te hubiera caído una nevada de confeti al abrir la lavadora? No te preocupes, no estás solo. Este infame desastre doméstico nos pasa incluso a los mejores, y no hay peor decepción que tener la ropa completamente lavada, pero cubierta de pelusa blanca. Pero tranquilo: hay trucos de eficacia comprobada y soluciones ingeniosas que pueden dejar tu ropa reluciente sin dejar rastro.
¿Por qué a veces la ropa no huele tan bien como nos gustaría? ¿Es cierto que usar más suavizante significa mejores resultados?
A medida que las noches se vuelven más cálidas y los días más largos, tu ropa de cama se convierte en un caldo de cultivo para el sudor, el polvo, las células de la piel y (si eres de los que les gusta picar algo en la cama) incluso migas de pan. ¡Es hora de refrescarse! Así que... ¿cómo lavar tu ropa de cama?