WD-40, esa lata azul que se encuentra en todos los talleres y que arregla desde puertas que rechinan hasta ruedas oxidadas. ¿Pero realmente puede impermeabilizar tus zapatos y botas de cuero? Analicemos los hechos antes de que tus zapatos se conviertan en un experimento de laboratorio. Puede que te salve en un día lluvioso, pero no sin riesgos que los expertos en mecánica prefieren olvidar. Así que, ¿WD-40 impermeabiliza los zapatos?
limpieza
No hay nada peor que llegar cansado a la cama y encontrar ese olor a humedad en las almohadas. ¿Lavar la ropa? Nadie tiene ganas de hacerlo entre semana, y mucho menos tiempo para esperar a que se seque. Pero aquí tienes una solución que te ahorrará muchos disgustos y una cantidad sorprendente de detergente. ¿Cómo refrescar las almohadas sin lavarlas?
La encimera de la cocina es testigo de todo tipo de aventuras a diario, desde el café de la mañana hasta las comidas de los domingos. Pero con el tiempo, algo menos agradable comienza a acumularse en su superficie: una película grasienta formada por el vapor, las gotas de aceite y el polvo. Aunque a primera vista no parezca sucia, enseguida notamos una capa pegajosa bajo los dedos, que con el tiempo se vuelve aún más espesa.
Un desagüe atascado es una de esas molestias que siempre nos pilla desprevenidos, sobre todo cuando menos tiempo tenemos y más platos sucios. El desagüe empieza a tragar agua poco a poco, pronto el fregadero empieza a echar espuma y a oler mal, y te encuentras ante un dilema clásico: comprar un limpiador químico fuerte que huele fatal y a menudo daña las tuberías, o llamar a un fontanero y prepararte para un pequeño descalabro económico.
¿La pantalla de tu televisor se ensucia rápidamente con polvo, pequeñas manchas o incluso huellas dactilares invisibles que solo se ven cuando está apagada? ¿Por qué ocurre esto y por qué parece que cada limpieza es solo una solución temporal? La respuesta está en cómo y con qué limpiamos.
La carpintería de PVC se ha convertido en una parte indispensable de los hogares modernos durante muchos años gracias a su durabilidad y precio asequible. No hay hogar donde no haya al menos una puerta o ventana adornada con este resistente plástico blanco. Pero como todo lo que se ama, con el tiempo aparecen grietas. Literalmente. E incluso antes de que surjan problemas técnicos graves, algo mucho más estético comienza a molestarnos: manchas amarillas, huellas dactilares y suciedad persistente, que se acumula principalmente alrededor de las manijas, los bordes y las partes que usamos a diario. ¿Cómo limpiar las ventanas de PVC?
Si eres de los que riegan sus plantas con esmero, incluso acercándolas de vez en cuando a la ventana, pero aun así se ven mustias y sin vida, la razón podría ser más simple de lo que crees: el polvo. Este enemigo silencioso de la jungla urbana se posa sobre las hojas de las plantas de interior, asfixiándolas y opacándolas, como si alguien cubriera con un velo su belleza natural. ¿Cómo eliminar el polvo de las plantas de interior?
Los armarios de cocina pegajosos no son cuestión de pereza, sino de física. El vapor, la grasa y el polvo crean una película que se acumula lentamente con cada uso. Las encimeras, los tiradores, los bordes... todo se siente ligeramente grasiento al tacto, aunque parezca limpio. ¿La buena noticia? No hace falta fregar hasta el cansancio. Dos sencillas mezclas son más eficaces que la mayoría de los limpiadores comerciales.
Las tablas de cortar son indispensables en cualquier cocina: se usan para cortar verduras, carne, pan y fruta. Pero, por eso mismo, suelen ser un caldo de cultivo para bacterias como la E. coli, la salmonela y la listeria. Los limpiadores químicos desinfectan bien la superficie, pero a menudo dejan residuos que no queremos en nuestros alimentos. ¿La solución? Limón y sal.
Limpiar las ventanas no es precisamente una de tus tareas favoritas, ¿verdad? Pero ya no tienes que recurrir a métodos antiguos e ineficaces, como limpiarlas con periódico, que suele dejar manchas de tinta, o con toallas de papel, que se deshacen con la humedad. Existe una forma más inteligente para propietarios, limpiadores profesionales y, seamos sinceros, para cualquiera que quiera ventanas impecables sin complicaciones.
Si la sola idea de limpiar el inodoro te hace fruncir el ceño y respirar hondo por la boca (porque no es recomendable hacerlo por la nariz), no estás solo. Todos sabemos que limpiar el inodoro es una tarea doméstica que la mayoría evita siempre que puede. No solo es desagradable, sino que además suele ser una batalla contra la cal, las bacterias y los malos olores que preferiríamos dejar fuera de casa. Por suerte, existe un truco que incluso los más expertos en limpieza conocen, y lo mejor de todo es que lo tienes en tu lavadero.
Pocas personas pensarían que las cáscaras de patata tienen propiedades que eliminan eficazmente el óxido. ¡Aunque parezca mentira, es cierto!











