Las ojeras, ojeras, tienen varias causas: pigmentación, venas bajo la piel fina o simplemente una sombra debido a la anatomía. No existe una solución universal. Pero sí hay una combinación inteligente y económica para esa parte de la piel que se ve más cansada por la sequedad y las líneas de expresión: aceite de almendras y vaselina. Uno nutre, el otro sella. Juntos hacen que la piel sea más suave, tersa y visiblemente más luminosa. No son mágicos, pero suavizan, lo que en el mundo de las ojeras ya es la mitad de la batalla.
