¿Cuantas veces has amado a alguien que no te amaba? ¿Cuántas veces has intentado, comprobado, esperado y tenido esperanza? ¿Y cuándo fue la última vez que te miraste y te preguntaste: ¿por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué lucho por alguien que no puede amarme?
relaciones de sociedad
Me enseñaste más de lo que esperaba. Fue con tus acciones, no con tus palabras, que construí el mundo que ahora llevo conmigo. Ninguna explicación, ninguna instrucción. Sólo con lo que eras.
Te cansas lentamente No en un solo paso, sino en miles de pequeños. Cuando das un poquito más cada día. Para ti mismo. Cuando superas los límites que te prometiste a ti mismo que nunca cruzarías. Cuando te quedas callado para evitar el conflicto. Cuando sonríes aunque sientas un desgarro en la garganta.
¿Crees que las relaciones perfectas deben estar siempre libres de discusiones? ¿Crees que el amor verdadero significa que nunca tienes que expresar tus sentimientos? ¿Estás seguro de que tienes que soportar el dolor para demostrar tu compromiso?
¿Por qué persistir donde no eres feliz? ¿A qué le tienes miedo realmente: a la soledad, al cambio, a lo desconocido? ¿Te has convencido de que sería mejor si esperaras un poco más? ¿Cuántos de tus sueños, metas y alegrías has sacrificado para preservar algo que hace mucho tiempo perdió su significado?
¿Cuánto tiempo planeas esperar para que las cosas mejoren milagrosamente? ¿Cuándo dejarás de creer en promesas vacías y comenzarás a confiar en lo que está claro ante tus ojos? ¿Estás listo para vivir en una relación donde la lealtad no es un hecho, sino siempre una pregunta?
¿Por qué sigues esperando que tu hombre tome una decisión? ¿Por qué sigues creyendo que cambiará? ¿Cuántas veces tienes que demostrarte a ti mismo que mereces más de lo que Él está dispuesto a darte?
¿Por qué siempre buscamos el momento adecuado para el amor? ¿Qué pasaría si ese tiempo ni siquiera existiera? Y si alguien es realmente adecuado para ti, ¿por qué deberías esperar?
¿Estás luchando con una persona que no te devuelve la misma energía? ¿Te has encontrado en una relación en la que das todo y la otra parte guarda silencio? Pregúntate: ¿realmente vale la pena continuar con algo que te está agotando?
¿Es esto todavía amor o sólo hábito? ¿Cuándo te conviertes en prisionero de tus propias ilusiones? ¿Por qué es tan difícil irse, incluso cuando sabes que debes hacerlo? Pero todas las cenas sin vistas, todos los abrazos sin calidez y silencio donde debería haber conexión, cuentan su propia historia.
¿Realmente vale la pena seguir en una relación que ya no nos trae felicidad? ¿Una ruptura es realmente un fracaso o puede ser una oportunidad para un renacimiento completo?
Las preguntas que muchos no se atreven a hacer en voz alta son las que gritan desde el silencio de las largas noches. A menudo el corazón entiende primero, pero la mente necesita pruebas. Y en este tiempo se están perdiendo días llenos de posibilidades.











