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Invierno + WD-40 = Fórmula Mágica: 7 Trucos Brillantes que Te Ahorrarán Nervios, Retrasos y Dedos Congelados

Todo se atasca en el invierno, excepto el WD-40.

Foto: Janja Prijatelj / Aiart

Cuando el termómetro empieza a mostrar números que ni siquiera la calculadora acepta, las tareas cotidianas se convierten en deportes al aire libre, a menudo extremos. Incluso el más simple "saltar al coche" puede fácilmente convertirse en 15 minutos de patinar, arañar, golpear puertas congeladas y buscar frenéticamente un secador de pelo en invierno. Pero entre todos los problemas invernales, hay una solución de acero en una lata azul: WD-40. Este espray multiusos no es solo para cadenas de bicicleta y herramientas oxidadas; se convierte en tu mejor aliado en invierno. Y no, no exagero.

Con un poco de ingenio WD-40 Resuelve una amplia gama de problemas invernales, desde cerraduras congeladas hasta palas pegajosas. Aquí tienes 7 trucos inteligentes y probados que te ahorrarán nervios, tiempo y zapatos este invierno. Si el WD-40 fuera una persona, probablemente le otorgarían una medalla por su valentía civil en invierno.

Foto: Janja Prijatelj / Aiart

7 trucos con WD-40 que te salvarán de los dolores del invierno (y te ahorrarán 15 minutos de frustración por la mañana)

1. ¿Cerraduras que funcionan como puertas de Narnia por la mañana? Ya no.

Una cerradura congelada es una de esas escenas invernales que llegan sin previo aviso, y generalmente cuando ya se va tarde. Pero rociar las cerraduras con WD-40 como medida preventiva (preferiblemente por la noche, antes de que entre la humedad) creará una fina capa protectora que expulsa la humedad y evita que se congele. Por la mañana, la llave se deslizará suavemente en el cilindro como si fuera un lunes de verano.

¿Qué pasa si lo olvidaste? No hay problema. El WD-40 también funciona al revés. Usa el tubo delgado incluido para dirigir el rociador directamente a la cerradura congelada, espera unos instantes y ¡listo! La trampa de hielo se derrite y evitas usar agua caliente (que solo empeora las cosas).

Foto: Janja Prijatelj / Aiart

2. ¿Parabrisas sin escultura de hielo a las 6:30? Sí, por favor.

Esa desagradable escena matutina cuando parabrisas Cubierto con un papel pintado helado que pondría celoso incluso a un artista de Harbin, puede arruinar el día de un conductor invernal incluso antes de tomar su primer café. WD-40 ofrece una solución muy sencilla: rocíe el parabrisas y las ventanillas laterales con una fina capa de spray por la noche y luego límpielos con un paño seco. Se creará una barrera protectora invisible que evita que el hielo se adhiera. Y lo mejor: sin rayones ni sobrecalentamiento del motor al ralentí.

Y no, el cristal no quedará grasiento ni empañado: el WD-40 seca rápido y no deja marcas. Así que serás el primero en salir del estacionamiento por la mañana mientras tu vecino sigue raspando el hielo del parabrisas como un Miguel Ángel moderno.

3. Zapatos + nieve + sal = desastre. WD-40 + zapatos = protección con estilo.

Los zapatos de cuero sufren por todos lados en invierno: humedad, sal, aguanieve y ese paso inesperado en un charco helado. El WD-40 puede prevenir muchas tragedias invernales si lo usas como impermeabilizante. Rocía tus zapatos a una distancia de 15-20 cm (a menos que sean de gamuza, ya que al WD-40 no le gusta eso) y luego límpialos con un paño limpio. ¿El resultado? Repele el agua, la sal no penetra y tu estilo se mantiene impecable.

Y sí, los zapatos desprenden un ligero olor "industrial" por un corto tiempo, pero a cambio obtienes tranquilidad ante las manchas blancas y el cuero agrietado.

4. ¿Las puertas del coche no abren? No es porque no les gustes. Es por la escarcha.

¿Alguna vez has tirado de la manija de la puerta en un estacionamiento y… nada? La puerta no abre y pierdes la dignidad ante los demás. Esto sucede cuando la humedad se filtra en las juntas de goma y se congela allí. El WD-40 es como pasta térmica para tu auto: rocíalo sobre las juntas y límpialo con un paño. Simple, efectivo y, sobre todo, se acabaron los tirones bruscos y los movimientos bruscos de la puerta.

El uso regular de WD-40 en los sellos de las puertas evita que la goma se adhiera y se dañe, y también extiende la vida útil de estas piezas del automóvil a menudo descuidadas.

Foto: Janja Prijatelj / Aiart

5. Limpiaparabrisas que se deslizan pero no se congelan

También puede usar WD-40 para lubricar y proteger los limpiaparabrisas. Si nota que se pegan al vidrio por la mañana o chirrían al encenderlos, aplique un poco de WD-40 en los bordes de las escobillas. Esto evitará que se congelen y mejorará el contacto con el parabrisas.

También puedes usar WD-40 para eliminar el hielo, la suciedad y la grasa del parabrisas, lo que te dará una visión más clara de la carretera y mayor tranquilidad. (Al menos hasta que te encuentres en el tráfico).

6. Puerta de garaje sin banda sonora de terror

¿Una puerta de garaje que cruje como un ático viejo en una película de terror en invierno? El WD-40 también puede hacerlo. Simplemente rocíe las bisagras, las guías y las piezas móviles del mecanismo de cierre. Su puerta de garaje se abrirá suave y silenciosamente, como si tuviera accionamiento eléctrico, incluso si no lo tiene.

Recomendamos su uso regular en todas las piezas metálicas móviles, ya que WD-40 no solo lubrica, sino que también protege contra la corrosión, que tiende a aparecer inesperadamente en invierno, al igual que los invitados durante las vacaciones.

7. Una pala que no se pega a la nieve.

Limpiar la entrada de tu casa ya es una tarea poco popular. Pero cuando la nieve empieza a pegarse a tu pala, se convierte en una grotesca parodia de la rutina invernal. El WD-40 es revolucionario: simplemente rocíalo sobre la superficie de tu pala y… ¡listo! La nieve no se pegará y podrás limpiar tu jardín el doble de rápido (o simplemente volver a tu sofá el doble de rápido).

Y para quienes pasan la pala de mano en mano, el WD-40 es su aliado silencioso. Sin pegajosidad, sin enojos, solo resultados.

Con WD-40 para un invierno que no te pondrá de los nervios

El invierno puede ser cruel, terco e implacable. Pero con WD-40 en tu arsenal, ya no eres una simple víctima pasiva de los caprichos del clima. Eres un estratega, un innovador y, por qué no, un ganador. Siete trucos sencillos y una lata azul pueden convertir tu invierno de una pesadilla en algo… casi manejable.

Recuerda: el WD-40 no es solo un aerosol. Es un guardaespaldas invernal. Y uno muy fiel, además.

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