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Has estado almacenando el helado incorrectamente toda tu vida, por eso sabe peor, y no, esto no es una broma.

Foto: IA

¿Es usted una de esas personas que se cuela en la cocina en mitad de la noche para tomar "solo una bola" de helado y termina limpiando el envase vacío? Entonces tenemos una noticia para ti que te dejará al borde de tu mundo helado: probablemente estás almacenando tu helado favorito de forma completamente incorrecta.

Helado es la joya culinaria del momento. Es mejor justo después de abrirlo, cuando está cremoso, suave y tiene un sabor que se derrite en la boca como... bueno, helado. Pero entonces viene ese error clásico: vuelves a poner la tapa, metes la caja en el congelador y en pocos días te enfrentas a una tragedia helada. Cristales sucios, sabor extraño, textura como arena en el café. Bienvenido al infierno del “freezer burna”.

Quemadura por congelación No es una nueva moda de TikTok, sino un viejo conocido de todos los amantes del helado olvidadizos. Es un fenómeno en el que la humedad del helado se evapora y luego se vuelve a congelar en forma de cristales de hielo. El helado se vuelve seco, insípido y, en realidad, ofensivamente triste.

Pero hay un truco que salvará tu helado.

1. Pon el mundo (o al menos la caja) patas arriba

No, no son acrobacias gourmet. Cuando el helado comienza a derretirse un poco después de salir del congelador, generalmente sucede en la parte superior. Y cuando lo vuelves a poner en el congelador, esa “parte blanda” se congela y forma antiestéticos cristales de hielo. Si le das la vuelta a la caja, la parte derretida se verterá en la tapa y se congelará allí, lejos del centro cremoso. ¡Magia!

Información adicional: este truco también funciona con mantequilla de maní natural. Si eres realmente aventurero, pruébalo.

Foto: IA

2. No comas directamente de la caja (lo sé, es difícil)

Cada vez que dejas el helado a temperatura ambiente, se derrite. Más calor, más humedad, más quemaduras por congelación. Así que sírvete tu porción (sí, una cucharada no es una porción) y devuelve la caja al congelador inmediatamente. El helado no es un evento social: rápido para tomar, rápido para bajar.

3. Confía en el termómetro, no en tu instinto

Su congelador debe estar configurado a 0°F o -18°C. El aumento de las temperaturas está causando problemas. Menos frío = más derretimiento = más llanto cada vez que se abre la caja.

4. ¿Helado bajo papel de aluminio? ¡Brillante!

Una envoltura plástica o papel de horno colocada directamente sobre la superficie del helado (¡no sólo sobre el borde del envase!) crea una capa protectora que evita que la humedad se evapore. Entonces, si quieres que tu helado se mantenga fresco, envuélvelo como un regalo para ti mismo.

Foto: Unilever

5. ¿Helado casero? Pequeño contenedor, mucho placer.

El helado casero es un arte. Y en el arte, los detalles cuentan. Utilice el recipiente más pequeño posible para congelar el helado más rápido: una congelación rápida significa menos cristales y una perfección cremosa más perfecta.

El helado es vida. Así que guárdalo como una joya.

No dejes que tu próximo bocado de helado tenga el sabor de una edad de hielo. Un poco de conocimiento, algunos trucos y listo: tu congelador puede transformarse en un templo de felicidad congelada.

Ahora rápidamente al congelador. Y no lo olvides: ¡la caja va... boca abajo!

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